Gayoso fue nombrado director el viernes 25 de junio para administrar el INAP, luego de haber pasado por una terna que fue presentada al ministro de Cultura para la designación. El nuevo y primer director del INAP es licenciado en administración de empresas y tiene un máster en guion cinematográfico por la Universidad de Navarra, España.
-¿Cómo se dieron los acontecimientos para que finalmente sea seleccionado para dirigir el INAP?
-En principio me gustaría hablar de que el sector está viendo frutos de un proceso que lleva décadas y en su momento abogaba por la aprobación de una ley que cree una estructura de políticas públicas a favor de la industria. El sector audiovisual, la ficción y el cine se manejan mucho con coproducciones y los países tienen que unir esfuerzos para llevar adelante esta industria artística. En el 2018 se promulgó la Ley N°6.106, se reglamentó en 2019 y en el 2020 se hicieron dos convocatorias para el cargo de director y lastimosamente fracasaron por distintos motivos.
Las fallas al inicio de todo desarrollo de políticas de Estado ocurren siempre y con la tercera convocatoria me animé a postularme. Creo que este cargo conlleva cajonear la vida artística por un tiempo, ya que es difícil desarrollar proyectos artísticos propios cuando estás en la función pública. Es una decisión difícil, se requería de alguien que se anime a aceptar el desafío y me parece que todos los que postularon para el cargo pusieron de su voluntad para que hoy hayamos dado un paso más en el proceso de desarrollo del sector.
-¿Cuáles son las principales tareas que deberá cumplir y qué enfoque buscará dar a su gestión?
-Son cinco años de gestión que pasan rápido y aunque parezca mucho, es un periodo corto para crear políticas de Estado. Mi modelo de gestión se centrará bastante en la formación. En Paraguay hay capital audiovisual sumamente talentoso y creativo, pero falta el plus de la formación académica. Eso es necesario para que logremos vincularnos con los mercados extranjeros.
Además, hay que crear una identidad audiovisual propia, donde el idioma guaraní jugará un papel fundamental. En la Conferencia de las Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica, organizada por la nucleación más importante del sector, se debate la posibilidad de crear una identidad para el cine latinoamericano y eso requerirá de voltear la mirada hacia los pueblos y lenguas originarias. Si un organismo de esta magnitud, y que financia materiales, recomienda mirar hacia las raíces autóctonas, nosotros podemos sacar mucha ventaja.
-¿Cuáles son otros objetivos que deberían establecerse?
-Aumentar la producción audiovisual a una cantidad superior y tratar la distribución y la exhibición. Apareció el streaming porque la pandemia aceleró el uso de este tipo de plataformas, pero también hay que hablar sobre la situación de las salas de cine, porque es algo fundamental desde el punto de vista del empleo. También hay que llevar cine a las zonas rurales, que la Ley del Fomento al Audiovisual establece como una obligación.
-¿Qué se probó como género y cuál es la tendencia del cine nacional?
-Creo que la explosión del cine nacional fue anterior a 7 Cajas, se dio con Libertad, que consiguió una taquilla importante de boletos vendidos. Luego llega 7 Cajas y se comienza a desarrollar un ambiente de diversidad en cuanto a las propuestas narrativas, donde destacan Latas Vacías, Hamaca Paraguaya, Las Herederas y Matar a un Muerto, que tal vez es la primera que trata de interesarse a fondo con lo que ocurrió en la dictadura. Me parece fantástico, porque encasillarnos no parece tan atractivo para una sociedad tan diversa como la nuestra.
-¿Ya está completo el proceso para que el INAP funcione?
-Lo más importante ahora es la conformación del consejo nacional del audiovisual, que en definitiva es la instancia en la que se define la política pública del audiovisual nacional. El director es un simple ejecutor de las políticas que se deciden en ese espacio.