“Esta etapa de la expedición, que se extendió por el sur de Paraguay, involucró un recorrido de más de 1.500 kilómetros y culminó con un entusiasta recibimiento en varias localidades”, indicó Manuela Stanley, directora de proyectos de A Todo Pulmón Paraguay Respira.
El grupo, compuesto por jurados, marcas aliadas, periodistas, influencers y el equipo de A Todo Pulmón Paraguay Respira, se dedicó a medir los árboles más imponentes del país, siendo recibidos con honores en cada comunidad.
La travesía comenzó el jueves por la noche desde Asunción. Al amanecer, la comitiva llegó a un yvyra pytã en la Reserva Natural Chopí sa’yju de Yacyretá, postulado por Lorenzo Javier Riveros Vera, en General Artigas, Itapúa.
A pesar de los obstáculos, el equipo logró realizar las mediciones con éxito, utilizando criterios específicos como la circunferencia del tronco, la altura y la copa de los árboles. Estos parámetros son esenciales para evaluar el tamaño y la salud de los árboles nativos en diferentes categorías del concurso, como el árbol más grande del Paraguay, el de las áreas silvestres protegidas, el árbol de la escuela y el árbol de la comunidad.
“El recibimiento en cada localidad fue especialmente significativo. En Pilar, por ejemplo, el árbol ganador de la categoría recibió una cálida bienvenida por parte de alumnos y miembros de la Asociación de Jinetes, quienes compartieron la historia de su comunidad. También hicimos un recorrido en bicicleta con el equipo”, dijo Manuela Stanley.
Finalmente, en Quiindy, Paraguarí, se midió un guapo'y postulado por Herminio Morínigo. La expedición culminó con un grato almuerzo y una memorable visita al Lago Ypoá, cerrando con un majestuoso atardecer y un cielo estrellado.
Los árboles del Chaco paraguayo prometen sorprender una vez más, y por ello, el equipo de A Todo Pulmón ya prepara la tercera expedición de esta edición del concurso que premia a los árboles más grandes y representativos del Paraguay.
La expedición también subrayó la riqueza del patrimonio natural de Paraguay, revelando que, a pesar de la percepción de disminución de la cobertura arbórea, el país aún alberga una gran cantidad de árboles nativos valiosos. La dedicación de las comunidades locales para preservar estos árboles y mantener áreas verdes demuestra un fuerte compromiso con la conservación del medio ambiente.