Alrededor de 1.300.000 niñas y niños están escolarizados pero sólo el 5% de ellos recibe el almuerzo durante todo el año lectivo, según el presidente de la república Santiago Peña, quien comentó que los departamentos más pobres son los de menor cobertura de almuerzo y que muchas veces los alimentos que reciben son de baja calidad y no cumplen con los requerimientos nutricionales.
El titular del Ejecutivo dijo que los recursos destinados a la alimentación escolar son insuficientes, así como la gestión y los controles para que los alimentos lleguen en la cantidad y calidad necesarias.
De acuerdo a datos de la Contraloría General de la República los recursos distribuidos por el Fonacide durante los últimos 10 años no fueron asignados eficientemente, limitando el alcance y la cobertura del almuerzo escolar. Por esa razón, las gobernaciones ya no recibirán esos fondos.
Aprobado
“Este es un acierto del Ejecutivo porque primero hay que empezar a castigar a quienes están malversando los recursos del Fonacide. Hay que acabar con el negocio de los que siguen lucrando con la educación y el estómago de los niños”, expresó Sebastián Da Ponte, fundador y gerente social del Club Escuela Solidaria.
¿Qué pueden aportar las empresas privadas? “Se les tiene que pedir mucho patriotismo, que se presenten a licitaciones y compitan con mucha honorabilidad, dignidad y justicia para no inflar los presupuestos”, dijo Da Ponte
Agregó que también podrían desarrollar aplicaciones para que las asociaciones de padres, o cualquier persona, puedan corroborar la información acerca de la calidad de la merienda, y si ésta realmente llegó a destino. “Hubo muchas denuncias de meriendas en mal estado”, recalcó.
Aparte de que las empresas desarrollen tecnología, es importante convocar a un voluntariado nacional con asociaciones de padres y con el Club Escuela Solidaria para que ayuden a la distribución y puedan asegurar la llegada de los alimentos con calidad y seguridad sobre todo. “Es una lástima que haya que extraer recursos del presupuesto de las gobernaciones y otros porque no pudieron responder con altura”, indicó Da Ponte.
Que solamente un pequeño porcentaje de los estudiantes reciban los completos nutricionales necesarios para su desarrollo cognitivo pone en peligro la salud de una generación de paraguayos y su capacidad para recibir la formación adecuada que apuntale el progreso del país.
“De la comida de los niños depende muchísimo el progreso de la educación en el Paraguay”, aseveró Da Ponte. Recomendó al Ejecutivo la conformación una suerte de junta médica donde el Ministerio de Salud designe a profesionales en el ámbito de la nutrición y la salud para que reformulen el menú de la merienda escolar.
“Hay que seguir replanteando la composición de esta merienda, ir sustituyendo en algunos grados el jugo por la leche, frutas en vez de pan, el coquito por verduras y cereales, las bebidas por yogur entre otras que los profesionales de acuerdo a la necesidad de cada escuela”, remarcó.
Da Ponte insistió en que es fundamental analizar e individualizar la situación alimenticia o nutricional de cada niño, elaborar estadísticas razonables en cada escuela y en cada zona para que los alimentos puedan cubrir la demanda no sólo calórica y nutritiva sino también el desarrollo neurológico del niño.
El Gobierno plantea la creación del Fondo Nacional para la Alimentación Escolar (Fonae) para potenciar el programa de alimentación escolar en departamentos y municipios, en coordinación con las administraciones locales. El Consejo Nacional de Alimentación Escolar (Conae) regulará la provisión del almuerzo escolar y la utilización de los recursos del fondo.