“Este componente es muy importante de nuestra cartera porque no solo significa que más familias pueden acceder a la casa propia, sino que también dinamiza la economía y genera empleo”, destacó Lugo al analizar el impacto del financiamiento habitacional.
El ejecutivo explicó que la demanda por créditos para construcción mantuvo una tendencia positiva en comparación al año pasado. “De enero a agosto, el financiamiento destinado a construcción creció alrededor de un 12% respecto al mismo periodo del 2024 (US$ 37,2 millones a agosto 2025 vs US$ 33,2 millones a agosto 2024). Esto muestra que hay una demanda sostenida y que los programas de vivienda de la AFD siguen constituyéndose en uno de los principales motores de la actividad”, afirmó.
El acceso a la primera vivienda se ubicó como eje central de la estrategia. Lugo precisó que más de la mitad de los créditos canalizados para vivienda se dirigieron a familias que compraron su casa por primera vez. “Este es uno de los focos principales de la AFD: acompañar a los hogares que dan ese primer paso tan importante”, subrayó.
En cuanto a los productos disponibles, mencionó tres líneas principales: Mi Casa, Primera Vivienda y Che Róga Porã. Lugo resaltó que no solo los bancos y financieras privadas canalizan un volumen importante, sino que también las cooperativas cumplen un rol cada vez más fuerte en la “originación” de créditos. “Desde sus inicios, el programa Che Róga Porã ya aprobó operaciones por más de US$ 60,8 millones, liderando este ranking el Banco Nacional de Fomento”, detalló.
Consultado sobre qué sector lidera en colocaciones, aclaró que la banca privada ocupa el primer lugar en volumen, mientras que la banca pública aporta de manera significativa con recursos propios. “La banca privada tiene a la AFD como principal fuente de financiamiento para este tipo de créditos. En cambio, la banca pública lo hace en su mayoría con recursos propios y de manera complementaria recurre a nuestro fondeo. Ambos sectores se complementan para llegar a más familias”, indicó.
Lugo también señaló que la AFD se encuentra en un proceso constante de evaluación de nuevas entidades que puedan canalizar créditos habitacionales. Si bien la mayoría de bancos y financieras ya integran el esquema, la institución incorporó en los últimos años a cooperativas para ampliar la cobertura geográfica. “Las cooperativas cumplen un rol clave por su capilaridad y por llegar a lugares donde las intermediarias tradicionales no están presentes”, expresó.
Finalmente, destacó que la inclusión financiera forma parte de los objetivos estratégicos de la entidad. “Este trabajo nos permite acercar la posibilidad de acceder a un crédito para la vivienda a familias que, de otra forma, tendrían muchas más barreras para lograrlo”, concluyó Lugo.