El proyecto, que involucra a 671 productores seleccionados bajo criterios estrictos, incluye el uso de sistemas de riego, mallas de media sombra y un monitoreo exhaustivo del cultivo. "Hemos sido muy exigentes en la selección, priorizando a productores con experiencia y acceso a los recursos necesarios. Esto nos permitió garantizar un manejo adecuado de las plantaciones", explicó Giménez.
El departamento de Caaguazú se destaca como el principal beneficiario del programa, ya que, según el ministro, en esta región se genera el 66% de las hortalizas del país. En el área, cada planta es monitoreada individualmente para evaluar su nivel de nutrientes y prevenir cualquier inconveniente. Este enfoque biotecnológico asegura un seguimiento detallado, desde la entrega de las semillas hasta la germinación y el trasplante de los plantines.
Cosechas a la vista
Con los plantines mostrando un desarrollo vigoroso y los informes tecnológicos enviados por los productores confirmando su buen estado, las expectativas para las primeras cosechas son altas. Según el ministro Giménez, las primeras recolecciones se realizarán a partir de la segunda quincena de febrero, mientras que el grueso de esta primera cosecha está previsto para marzo.
“Este proyecto es un desafío, pero hasta el momento estamos muy satisfechos con los resultados. Nos enfrentamos a riesgos, pero el monitoreo constante y el compromiso de los productores son factores fundamentales para el éxito del plan”, afirmó.
El cultivo de tomate en verano no solo representa un avance técnico, sino también un modelo de sostenibilidad agrícola. Este tipo de iniciativas busca diversificar la producción hortícola, asegurar la disponibilidad de alimentos durante todo el año y fortalecer la economía local.
Cabe recordar que este proyecto nació con el fin de dar mayor consistencia a la producción nacional que, aunque genera productos de primera calidad, se ve limitada debido a factores como las altas temperaturas que se registran durante el verano o la cada vez más frecuente escasez de lluvias.
También es importante destacar la relevancia de la producción nacional de tomate, ya que esta es la hortaliza de mayor demanda en el país, con un consumo que ronda hasta las 220 toneladas al día. Además, hay proyecciones de que esta demanda aumente con la ejecución del programa Hambre Cero, junto con la reciente apertura del mercado argentino para este producto. Según detalló el técnico a cargo del proyecto “Cultivar tomates todo el año”, Edgar Frutos, se enviaron al mercado argentino aproximadamente 1,8 millones de kilos.