La medicina alternativa se refiere a los tratamientos utilizados en lugar de los métodos estándar o a los que los complementan, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés). En este contexto surgen como opción las almohadillas terapéuticas, que combinan las propiedades de las hierbas medicinales con el frío o el calor para calmar molestias como dolor de cabeza, cuello y de espalda. O bien ayudan a relajarse, aliviar el estrés o la ansiedad.
Thelma Medina trabaja en un laboratorio farmacéutico como encargada de comercio exterior, y desde hace tiempo tenía el sueño de tener un emprendimiento propio, uno que ayude a las personas; pero no encontraba su camino hasta que le llegó la inspiración mientras navegaba en Pinterest: almohadillas terapéuticas. Para ella fue una idea innovadora que no estaba difundida en el país.
Eso sucedió en abril del 2020. “En ese proceso de iniciar, me enteré que a mi mamá se le diagnosticó cáncer. Fue una noticia muy fuerte y pensé qué iba a hacer, porque el tratamiento es súper costoso. Decidí apurar lo que sería un ingreso extra sacando el diseño de Relax.ing”, relató Thelma.
Al principio fue un proceso de ensayo y error. Su madre, Thelma Gómez, quien aprendió a usar la máquina de coser de pequeña, le enseñó a hacer las fundas. Así también, la madre de Thelma la apoyó desde el primer momento, animándola y asegurándole que todos sus sueños se cumplirían. “Al principio pensé que no iba a poder llevar a la par lo de mi mamá, porque empezó a hacer quimioterapia. Era dedicarme a mi trabajo, a mi hija y a mi mamá y a Relax.ing”, reconoció.
Sin embargo, los caminos se fueron abriendo, recibió el apoyo de sus compañeras de colegio −una de ellas le regaló el logo− que difundieron su trabajo con el método de boca en boca. Y los pedidos no tardaron en llegar. El primero vino de su prima, que buscaba un souvenir por la llegada de su bebé.
Luego de tres meses de haber empezado, y tras una inversión aproximada de G. 2 millones, Thelma decidió crear un perfil en Instagram para así llegar a más personas. Y a medida que el alcance aumentaba, también los pedidos, por lo que normalmente recibía los encargos entre semana y los fines de semana, o bien después del trabajo. Se encargaba de entregarlos personalmente, siempre dando instrucciones personalizadas a cada cliente.
Elaboración y expectativas
Las almohadillas más pedidas son las utilizadas para dormir, así como las antiestrés. Mientras que la favorita de Thelma es la de coco con vainilla, y la de su madre, la de lavanda. El proceso de elaboración de cada almohadilla es manual, desde la elección de la tela adecuada, el relleno, el corte, hasta el cosido a máquina, empaquetado y la colocación de la calcomanía con el logo; esto último lo hace la más pequeña de la casa.
Cada almohadilla dura alrededor de ocho meses, dependiendo de la intensidad del uso. Cuando el aroma disminuye, los usuarios pueden contactar a Thelma, quien realiza la recarga y solo cobra por eso.
Actualmente, Thelma está realizando un curso de cosmética natural, puesto que planea ampliar la oferta de la marca emergente; además sueña con tener una tienda propia de medicina alternativa. Ella irá evolucionando a medida de la necesidad de los clientes, a quienes siempre presta atención en cuanto a sugerencias. Tiene varios recuerdos satisfactorios, como el de una clienta que le aseguró que su almohadilla le ayudó a sobrellevar el dolor corporal generado por el COVID-19.
¿Cómo funcionan?
Las almohadillas pueden calentarse o enfriarse, según el uso que se le dará. Está indicado calentarlas en el microondas u horno eléctrico si se desea obtener un efecto relajante, para aliviar el dolor de cuello y hombro, molestias en el vientre o cólicos, o para aliviar la tensión nerviosa.
Mientras se indica el frío para relajar los ojos, para tratar contracturas o dolores musculares, de cabeza, golpes y fiebre. Por el momento las almohadillas no se lavan, pero la emprendedora está trabajando en un nuevo diseño que pronto verá la luz y que será lavable.