En el portal de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), el titular Julio Fernández consideró la posibilidad de que los puertos privados incluyan el servicio de escaneo cobrando una tasa mínima, puesto que por el momento solo la DNA cuenta con tres escáneres móviles de camiones/contenedores y un escáner móvil para bultos pequeños, ScanVan, que utiliza la Coordinación Administrativa de Investigación Aduanera (CAIA).
"Acompañamos cualquier medida que incentive la formalización, y con esto dar un carácter más formal al sector. Dicho esto, desde la Cámara Paraguaya de Terminales Portuarias y Puertos Privados conversamos con la Aduana para que se instalen escáneres similares a los utilizados en la institución, en caso de aprobarse la obligatoriedad de esta medida para los puertos privados”, señaló.
Según Kowalew, primero se debe analizar cómo la medida afectará la competitividad de cada empresa. “Las terminales de mayor movimiento eventualmente terminarán teniendo precios más competitivos que aquellas con menos movimiento, ya que podrán compensar su inversión en más envíos”, argumentó.
Por otra parte, es necesario confirmar qué modelo de escáner se precisa, para evitar que un puerto adquiera uno de última generación (el más caro) y otro compre un modelo simple (y económico), “lo que también incidirá en la competitividad en término de precios”, completó.
Naturalmente este tipo de inversión generará sobrecostos en la cadena logística, tanto en la importación como en la exportación, por eso es fundamental establecer reglas claras, enfatizó el ingeniero.
"Los escáneres utilizados para los controles en terminales portuarias son los modelos fijos tipo arco, que están alrededor de US$ 2 a 3 millones. Y eso varía de acuerdo a las características y las funcionalidades de cada modelo", aclaró.
Sobre el tema de las verificaciones, Kowalew aseguró: “Esto no hará que se tenga una demora considerable a la hora de importar o exportar, ya que se tratan de máquinas que están preparadas para un control ágil”.
No obstante, recordó que también queda por definir si con la implementación de este sistema se dejarán de hacer los controles físicos, que se realizan a un 20% de los contenedores (en promedio).
“Considerando todos los elementos es razonable establecer una mesa de trabajo entre los representantes de las terminales portuarias, las autoridades nacionales, los gremios de importación y exportación, para conversar sobre los posibles impactos y encontrar una salida favorable”, declaró.
El peso de los puertos privados
De acuerdo con Kowalew, actualmente entre el 90% a 95% de las cargas de contenedores pasan por los puertos privados.
“El movimiento de este año fue un poco atípico, porque en sectores como granos, maderas y carnes de exportación se mantuvo una tendencia similar al año pasado, pero en otros hubo caídas variables, ya sea por la imposibilidad de mover las cargas por la bajante del río o por cambios en el consumo a causa de la pandemia”, reconoció.
En un comparativo con los números registrados en 2019, Puerto Seguro tuvo una caída del 30% en la importación y en las exportaciones se mantuvo la tendencia (del año pasado), aunque hubo una variación en el tipo de cargas, concluyó Kowalew.