“Mi emprendimiento es Civita Confecciones, y como yo soy hija de modista, ya venía haciendo para mis propias ropitas desde chica. Aprendí con mi mamá, entonces de grande ya decidí tener mi propia marca. Civita es mi nombre, Cimone Villalba Tavares. Me pareció interesante y lo dejé así”, contó Cimone con entusiasmo a InfoNegocios.
En 2009, Cimone decidió dar un salto importante al mudarse a Asunción con la intención de expandir su taller y dedicarse a algo más que vestidos de fiesta. “Yo ya tenía un taller pequeñito en Ponta Porã, pero quería hacer algo más que vestidos para señoras, vestidos de fiestas, que era lo único que tenía ya para hacer. También soy músico, entonces me gusta la ropa para escenario, para los artistas”, relató.
El inicio en la capital no fue sencillo porque Cimone llegó prácticamente de cero, sin su taller ni sus máquinas, y tuvo que trabajar en otros empleos para reunir los recursos necesarios. “Vine a trabajar en otra cosa primero para poder juntar una platita y traer por encomienda mis máquinas de coser: tres máquinas, unas tijeras, nada más que eso. Ahora sí tengo un taller más grande, aunque sigo trabajando dentro de mi casa, no pienso salir”, explicó.
Su estrategia para darse a conocer fue a través de su asistencia a conciertos que la acercaba a músicos y bandas, ofreciendo su experiencia en vestuario. “Nadie realmente se mandaba a hacer o compraba vestuario específico para el escenario. Me sorprendió, pensé que llegando acá iba a encontrar competencia, pero no fue así. Empecé a ofrecer mis servicios, era algo que la gente no estaba acostumbrada”, recordó Cimone.
Poco a poco, las oportunidades surgieron a través de pequeños contactos: las novias de los músicos comenzaron a pedirle prendas, y así su trabajo empezó a ganar visibilidad. Con el tiempo, también estableció vínculos con modistas del teatro y productores audiovisuales, ampliando su alcance. Hoy, Civita Confecciones es reconocida por su estilo rockero alternativo y gótico, con prendas únicas diseñadas para el escenario.
A pesar de crecer, Cimone mantiene la esencia artesanal de su trabajo. Con dos colaboradoras, confecciona cada pieza con detalle y cuidado, priorizando la calidad sobre la cantidad. “Sigo trabajando dentro de casa, me gusta seguir haciendo las cosas artesanalmente y bien hechas. En vez de hacer cosas por mayor, en cantidades exageradas, tratamos de hacerlo más prolijo y bien hecho posible todas las cosas que hacemos acá”, asegura.
Cada prenda es personalizada y creada pensando en la identidad del artista y el contexto de la producción. Cimone recibe encargos para teatro, televisión, cortometrajes, conciertos y eventos especiales, y guía a sus clientes durante todo el proceso de diseño. “Alguien quiere una ropa para un evento, para producción audiovisual, teatro, televisión, para el escenario… cualquier cosa que no puedas encontrar en tiendas para comprar, puede acercarse a mí a través de mis páginas o en mi teléfono que está en Instagram o Facebook. Podemos diseñar juntas o si tienes ya alguna idea de qué necesitas, podemos mejorar inclusive la idea y cerrar un paquete y vienes junto a mí en el taller y hacemos sobremedidas las ropas, las prendas, lo que sea”, detalló.
Civita Confecciones no solo representa un emprendimiento, ya que es más bien la historia de alguien que convirtió la pasión heredada en un proyecto que viste a artistas, impulsa la creatividad y aporta un estilo único a los escenarios paraguayos. Cada costura, cada detalle y cada prenda reflejan no solo la técnica, sino la pasión de Cimone por la moda y el arte.
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