Bajo el lema Ikigai Paraguay, la participación del país enlazó el concepto japonés de la "razón de ser" con el modo de vida paraguayo, ofreciendo una experiencia inmersiva donde los visitantes pudieron descubrir de cerca las tradiciones que definen a la nación. La emblemática artesanía del Ñandutí, símbolo de la creatividad y el trabajo artesanal de las mujeres paraguayas, fue uno de los grandes focos de atención. A lo largo de la exposición, más de 2.000 personas aprendieron los secretos de este encaje en talleres dedicados, una demostración palpable del interés que despierta esta técnica.
El entusiasmo no se limitó a los talleres prácticos. Las demostraciones en vivo del tradicional Poncho Para'i de 60 Listas, de la mano de la maestra artesana Rosa Segovia, capturaron la atención de visitantes de todo el mundo. Este arte textil, junto con el ñandutí, fue central en las conversaciones con inversores y compradores japoneses, quienes vieron un potencial significativo en estos productos únicos. "La artesanía paraguaya, con el ñandutí a la cabeza, fue un imán para el público y los profesionales japoneses. No solo aprecian su belleza, sino que vislumbran oportunidades comerciales reales", afirmó César Palacios, Director General de Comunicación Estratégica del MITIC e integrante del equipo de comunicación de Paraguay en Osaka.
El interés por la artesanía local ya tenía un terreno fértil en Japón, como lo demuestra el caso de la emprendedora Aiko Nagao, una ciudadana de Osaka que desde 2018 se dedica a tejer y promover el ñandutí, adaptando sus diseños y utilizando hilos importados directamente de Brasil para sus creaciones. Esta fascinación previa ayudó a que la oferta paraguaya en la Expo resonara con mayor fuerza, posicionando al país como un origen de productos artesanales de alta calidad y singularidad.
Uno de los momentos cumbres de la participación fue el Día Nacional de Paraguay, celebrado en el Grand Ring de la Expo, que reunió a cientos de visitantes. El evento presentó un espectáculo artístico que incluyó danza paraguaya, el sonido inconfundible del arpa, la actuación de la Orquesta Sinfónica Nacional y el concierto de Purahéi Soul, que conquistó al público con su fusión de música tradicional y contemporánea.
La exitosa presencia paraguaya en Osaka, una exposición universal de carácter cultural, en el pasado sirvió como una plataforma diplomática y comercial excepcional. El año pasado se firmaron acuerdos clave con Japón para iniciar negociaciones para la apertura del mercado de la carne, se elevó el estatus bilateral a socio estratégico y se concretó la exención de visa para paraguayos que porten pasaporte electrónico y deseen visitar Japón por hasta 90 días. Este último punto facilitó enormemente los futuros intercambios comerciales y culturales. En esta edición el vínculo bilateral se reforzó.
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