"Es la primera exportación de alimentos derivados del cannabis. En esta ocasión se exportó 1 tonelada de cáñamo, fueron 500 kilos de granos descortezados, 350 kilos de harina desgrasada y 150 litros de aceite”, subrayó.
Con esta exportación se abre la puerta a un mercado exigente como el estadounidense y se podrá enviar nuevos cargamentos a corto plazo, “porque son grandes consumidores de este superalimento", manifestó.
Según Demp, actualmente existen 700 hectáreas de cáñamo industrial en el país y esperan que en la temporada de siembra 2021 la superficie se expanda hasta las 5.000 hectáreas. “Con esto aumentará la cosecha y se podrá negociar cantidades más importantes”, aseguró.
"Tenemos solicitudes de compras de países de la Unión Europea y de Asia, aparte de las solicitudes del mercado norteamericano, que es el mayor consumidor internacional de superalimentos”, indicó.
Considerando su demanda en alza a nivel global, por su versatilidad, y que Paraguay es el primer país de América del Sur en exportar cáñamo de alta calidad, “es posible que nos convirtamos en los productores referentes en el plano internacional”, comentó.
No obstante, para que esto suceda es necesario generar políticas públicas que estimulen el crecimiento del segmento y, a la vez, sean estrictas para mantener la alta calidad, que se relaciona con mejores precios a la hora de negociar.
"El cannabis tradicional se utiliza normalmente de forma recreativa y tiene un cannabinoide que se llama THC, que es psicoactivo. El cáñamo industrial tiene ese cannabinoide en un porcentaje del 0,5%, mientras que el tradicional posee un porcentaje entre 15% a 20% y ahí se encuentra la principal diferencia", puntualizó.
Por su alto valor nutricional (34% de índice proteico) “el cáñamo es un excelente alimento, aunque también es utilizado en la fabricación de ropas o calzados, papelería, medicamentos, construcción de viviendas, entre otros usos”, citó.