La Fundación Capital es una entidad dedicada a construir herramientas tecnológicas para promover la inclusión, tanto en el sentido más amplio de la palabra, como la inclusión financiera. El enfoque de la organización es trabajar con la población más vulnerable y elaborar políticas para la disminución de la pobreza.
- ¿A qué se debe su visita y reuniones con autoridades locales?
- Cerramos un acuerdo marco entre la Fundación Capital y el Viceministerio de Mipymes. También hablamos con representantes del Ministerio de Desarrollo Social para trabajar y conectar a familias y mipymes que no tienen acceso a servicios financieros de capital.
Hablamos con fuentes cooperantes como el Banco Interamericano de Desarrollo, la Cámara Andina de Fomento, con la Koica y otros actores.
- Teniendo en cuenta el bajo nivel de bancarización, ¿a qué apuntan en el país?
- No solamente hablamos de inclusión financiera en nuestra visita con los hacedores de política. Hablamos de cualquier tipo de inclusión. Las poblaciones pobres y las pequeñas empresas necesitan acceder a servicios financieros, pero también a información, a asesoría técnica, asesoría legal, coaching, venturing y otros accesos.
- ¿Cómo les interesaría trabajar en Paraguay?
- Como Fundación Capital no nos interesa trabajar sobre síntomas. Una familia pobre es un síntoma de algo que no funciona en el sistema. Si el sistema sigue produciendo pobreza o marginación y nuestra misión es cambiar el sistema que produce pobreza y marginación.
- ¿Qué particularidad encuentra en Paraguay?
- Que haya apertura por parte de los referentes para trabajar en conjunto de igual a igual. Se trabaja de la mano y eso nos interesa mucho porque apuntamos a llegar a escala, eso es indefectible si la idea es cambiar los sistemas.
Para trabajar a escala hay que ser eficientes y el camino que elegimos es el de las soluciones digitales. Nos centramos en familias pobres, emprendedores y actores del campo. El objetivo es que se sustituyan esquemas costosos y que no demuestren resultados. Las herramientas digitales facilitan la capacitación personalizada.
Trabajamos mucho con el sector privado y alineamos sus intereses con el Estado. Trabajamos con aseguradoras, servicios financieros y comunicaciones que operen con los grupos que nos interesan. Nuestra característica es dar apoyo desde el lado de la oferta como de la demanda.
- ¿Cuáles son las experiencias de éxito de Fundación Capital?
- Hace unos años, todos los gobiernos de América Latina estaban transfiriendo subsidios públicos a familias vulnerables. Esto se hacía en efectivo hace 12 años y en realidad era caro y poco transparente. Nosotros tocamos las puertas de los ministerios de Hacienda e hicimos una propuesta para abrir cuentas bancarias a las mujeres beneficiarias y logramos habilitar 7 millones en América Latina, incluyendo Paraguay.
Este tipo de casos requirió que articulemos con la banca, el Estado y la población objetivo. Desarrollamos una plataforma que es similar a una financiera, pero digital para teléfonos. Con esta herramienta las beneficiarias pudieron aprender a usar la tecnología, accedieron al subsidio y a otros servicios complementarios.
- ¿Qué valora de Paraguay?
- Tenemos representación en el país con más de 80 funcionarios que se dedican a tiempo completo a buscar soluciones en diferentes ámbitos. Hay muchas cosas que estamos haciendo en Paraguay, que son útiles para otros países, puesto que tenemos varios desarrollos que ejecutamos acá y son de punta.
Hay hacedores de políticas públicas y privados que participan en espacios de instrucción en otros países. Pronto el ministro de Desarrollo Social de acá irá a un evento que organizamos en San Pablo, Brasil. Nosotros optamos siempre por intercambiar experiencia.