La empresa tiene 26 años de vigencia en el mercado, trabajando con productores de todo el país que se encargan de proveer los pollos a la firma, para su posterior faena y comercialización. Actualmente, Kzero ofrece tres líneas que son de pollo congelado, pollo fresco y productos a base de pollo, que se caracterizan por su alta demanda y por ser parte de la campaña “Paraguayo como vos” de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
“En cuanto a las cabezas faenadas, nos encargamos del 27% de la demanda, pero si hablamos de kilos de carne faenada, esa cifra asciende a un 35%, en promedio. A la par tenemos una capacidad de producción instalada de 68.000 a 71.000 pollos diarios”, indicó.
Según Myung, la venta de pollos no tiene una temporada baja o alta, aunque sí existe un incremento en el balance hacia la época de las fiestas en diciembre. Y atienden la demanda interna como la externa, al exportar a mercados internacionales como Angola, Congo (francés), República del Congo (belga), Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Gabón, Chad, República Centroafricana, Camerún, Mozambique, Cabo Verde, Ghana, Albania, Vietnam, Haití, Bahamas, Costa de Marfil, Togo y Sierra Leona.
Myung manifestó que constantemente invierten en nuevas tecnologías para sus granjas propias como para proveer de la alimentación, asesoramiento o suplementación necesaria para sus productores autorizados.
Por ejemplo, dentro de las últimas inversiones se encuentra una de “US$ 2.5 millones para la construcción de la granja más moderna de nuestro país, con un sistema completamente automatizado en ocho galpones”, añadió, y con una capacidad de 264.000 pollos al mismo tiempo”.
La empresa genera más de 1.400 empleos directos (inscriptos en IPS), y otros 200 empleos indirectos entre colaboradores independientes, pero que trabajan exclusivamente en la cadena.
¿Cómo les fue durante la pandemia?
El gerente confirmó que tuvieron una caída en ciertos tramos de abril a junio, pero no fue permanente, lo que les sirvió para equilibrar la producción y comercialización.
No obstante, desde finales de julio, el movimiento volvió a sus indicadores habituales y esto se relaciona directamente a las ayudas económicas del Gobierno a ciertos sectores, así como a la flexibilización de la cuarentena que incidió en la recuperación del poder adquisitivo de los ciudadanos.