El material indica que la tendencia para las exportaciones se direcciona a la baja y no existen indicios de que cambie en corto plazo. Uno de los factores determinantes que muestra el informe es la reducción de los precios de los principales artículos de exportación, como el café (-17,1%), el petróleo (-12,9%), el cobre (-8,3%) y la soja (-5,8%), siendo solo el mineral hierro el bien primario relevante que tuvo mejores cotizaciones (39%).
Otro punto importante enmarcado por el estudio fue el cambio en la demanda, que ubicó solamente a EE.UU. como el socio comercial que aumentó sus compras en la región con 1% más, mientras que China las redujo en 2,3%, el resto de Asia en 3%, la Unión Europea en 7% y la demanda intrarregional cayó un 10,8%.
Para el economista de Cadep, Fernando Masi, una reducción en torno al 2% no representa una “caída tan grande” y podría explicarse como una consecuencia de la reducción de los precios de los commodities en conjunto con los resultados de las tensiones creadas por la guerra comercial entre EE.UU. y China Continental, la cual afecta principalmente a los productos agrícolas.
“Al margen de estos datos regionales, es probable que algunos países del continente hayan negociado con China, por ejemplo, para tener mejores precios, por lo que no todo se puede explicar con la caída de los precios de la bolsa de productos de Chicago”, sostuvo Masi. Igualmente, aclaró que la bolsa de productos de Chicago -la que prácticamente marca los precios de los commodities- tuvo aumentos en los últimos meses, lo que se convierte en un factor que probablemente beneficie a los productos cosechados en el 2020.
Por otra parte, añadió que en promedio las economías latinoamericanas están creciendo 1% o no están creciendo, por lo que es probable deducir que en el 2019 hubo menos producción y por ende menores exportaciones. Entretanto, explicó que cuando se analiza el panorama general de la región, son los números de los países grandes como Argentina, Brasil y México y, en cierta forma, Perú, Colombia o Chile los que determinan los resultados.
“Hay ciertos países como Paraguay, Panamá, República Dominicana e incluso Bolivia, que se sostuvieron con un crecimiento interesante mientras la economía latinoamericana estuvo estancada, solamente que no inciden en las estadísticas generales”, acotó.
Tras dos buenos años
Otra estadística que el informe del BID resalta es que la caída de las exportaciones regionales se da luego de que el continente haya tenido dos años seguidos de buen movimiento comercial. En 2017 Latinoamérica y el Caribe pegó un gran salto que se reflejó en una tasa de crecimiento del 12,2%, luego de una caída de 3,3% en el año anterior.
En 2018 el continente no creció en las mismas proporciones pero se mantuvo en un 8,7% positivo, una tasa no tan alejada del resultado del año anterior.