“El sector empieza a consolidarse de dos maneras. La primera es que se está apreciando a los inmuebles como una inversión, con opciones desde US$ 40 mil en un mono ambiente hasta cientos de miles de dólares en unidades de lujo. Entonces la gama se diversificó y esto permite fortalecer la opción de renta”, afirmó.
La segunda manera –según Fadul– guarda relación con la cultura de vivir en un departamento, por una cuestión de precio. “Al paraguayo le gusta tener patio o quincho amplio, pero en general cuando una vivienda tiene estos espacios, como es habitual en una casa, los costos son más elevados y en ocasiones esos sobrecostos no están dentro del plan de inversión”, explicó.
Por otra parte, para Fadul no existe una sobreoferta de inmuebles, sino un exceso de ofertas en ciertas zonas de Asunción y alrededores. Pero en definitiva cada barrio es una oportunidad, porque existe un mercado para cada segmento.
“Creo que sigue siendo un buen momento para el mercado inmobiliario, porque el crecimiento que hubo fue histórico y ahora tenemos que ir adaptándonos a las demandas actuales. En un mercado tan pequeño como el nuestro, enseguida se alcanza a la demanda, porque en ocasiones se construyen cuatro o cinco edificios de gran porte, y se cubre toda esa demanda anterior”, expresó.
Nuevos ciclos
A su vez, comentó que la desaceleración económica y la incertidumbre política generaron una ralentización en el área, pero “que no es preocupante, ya que los desarrolladores o inversionistas están preparados para afrontar los distintos escenarios que se puedan generar. La situación actual es parte de un comportamiento cíclico”, aseguró.
El mercado tiene periodos de construcción masiva de inmuebles, de construcción de pocos inmuebles, de ventas, y así va sorteando los momentos favorables o desfavorables, ajustándose al panorama, a criterio de Fadul.
Según Fadul, en Paraguay se empezará a alquilar más, porque los jóvenes no ven al inmueble como un artículo de primera necesidad, y también porque según cambien sus actividades (profesionales, académicas, deportivas, etc.) querrán mudarse al sitio más cercano a estos puntos. Entonces, la cultura del alquiler crecerá como una opción de vida, señaló.
Con respecto a la demanda, “es difícil cuantificarla porque no existen datos concretos, a diferencia de la oferta que sí se puede conocer, preguntando cuántos departamentos están listos y cuántos se van a construir en cierto plazo”, añadió.
De acuerdo a cálculos de Fadul, existiría la demanda de unas 120 mil viviendas para la clase media. “Aunque se venda un poco más lento, se va a continuar construyendo, y cuando se fortalezca el producto del crédito hipotecario, el mercado va a disparar para arriba”, adelantó.
En Uruguay, Chile y Perú se dio un boom en desarrollos cuando el sistema financiero empezó a ofrecer productos enfocados en la compra de inmuebles, a tasas bajas y con múltiples beneficios. Incluso en estos países, estos programas contaban con el respaldo de organismos multilaterales y los gobiernos locales, para que se siga levantando este rubro de gran impacto en la economía.
“Asunción no va a ser la excepción de otras capitales del mundo, ya que de acá a 40 años probablemente esté constituida de muchos departamentos, sin excepción de zonas. Va a haber barrios donde los edificios serán de dos o tres pisos, y otros con 10 o 20 pisos, pero todos van a ser edificios”, advirtió.
Población
Según datos de Fadul, en Asunción existen 50 habitantes por hectárea, mientras que en otras capitales se habla de un promedio de 150 habitantes por hectárea. “Entonces, esto también hace difícil la labor de mantener la capital con los impuestos de los contribuyentes”, refirió.
“Si esta tendencia logra instalarse (de una ciudad con miles de edificios), la economía se va a mover más, porque la población accederá a los inmuebles con los créditos, se abrirán nuevos comercios”, subrayó.
Crecimiento
Al respecto, Alejandro López, director de InfoCasas, mencionó que la demanda sigue creciendo a pasos agigantados, aunque por momentos el acceso a las distintas viviendas como departamentos o casas, se podría incrementar si se tiene un mejor acceso a los créditos del sistema financiero.
“Hoy mayormente el mercado inmobiliario apunta al segmento de la clase media, por la demanda existente y porque es el segmento más cercano a acceder a estas formas de financiación”, puntualizó López.
Los inversores encuentran en Paraguay oportunidades que les generan una rentabilidad de entre el 6% y el 8%, que es un índice que no se tiene en otros países de la región.
“Faltan muchos inmuebles en distintas zonas de la ciudad, entonces en definitiva existe una oportunidad de desarrollo. La ciudad se va acoplando a las necesidades de los residentes e inversores locales o extranjeros”, expuso López.
Por último, López comentó que luego de las elecciones argentinas es viable que inversionistas coloquen sus capitales en Paraguay, y de esa manera continuará desarrollándose el rubro inmobiliario.