Juan Ruiz Díaz, actual propietario de la finca, destacó en una entrevista con InfoNegocios que la transición de ser productores netamente de tomates y locotes a un abanico más amplio de rubros fue un paso estratégico. “Nosotros nacimos acá, con mi papá, mi abuelo… ahora lo que hacemos es seguir lo más fielmente posible lo que ellos empezaron”, comentó Ruiz Díaz. La granja, que abarca cuatro hectáreas, se gestiona como un negocio familiar en el que la rotación de cultivos es fundamental para el manejo eficiente del suelo.
Si bien la granja produce una amplia variedad de hortalizas y frutas —como melón, sandía, porotos (manteca y peky), tomate perita, choclo dulce, lechuga y repollo—, el producto que ha captado mayor atención en el mercado es el tomate cherry de colores.
La idea surgió gracias a una innovación traída desde Estados Unidos por uno de los hermanos de Juan. “Mi hermano trajo la semilla del cherry amarillo, del cherry morado, que ahora mismo está saliendo mucho en el mercado”, explicó Ruiz Díaz. Tras una prueba inicial exitosa en un pequeño invernadero, el cultivo se escaló. Este producto, junto con el choclo dulce, está catalogado como uno de los “productos estrella” de la granja.
El volumen de producción del tomate cherry tradicional (rojo) es significativo: la zona de productores, incluyendo a Don Manucho, está cosechando unos 5.000 kg semanales, lo que se traduce en aproximadamente 20.000 kg mensuales.
La filosofía de diversificación no se detiene. En los últimos años, la Granja Don Manucho ha incursionado en el rubro de las frutas finas, como la frutilla —que consideran muy interesante— y la frambuesa, que están probando con miras a aumentar significativamente su volumen para el próximo año. Esta estrategia de innovación constante se complementa con la piscicultura, otro rubro que añade variedad al campo.
Tecnología y resiliencia climática
El impacto del clima adverso ha sido un factor determinante en la historia reciente de la granja. El propietario recordó las pérdidas significativas en 2023 y 2024 a causa de tormentas y granizadas. Sin embargo, la familia ha respondido con inversión en infraestructura: tres hectáreas y media del campo están totalmente cubiertas y cuentan con sistemas de riego automático y fertilización.
A pesar de los desafíos —una reciente tormenta destruyó el 70% de sus 14 invernaderos—, la familia Ruiz Díaz sigue trabajando en la recuperación y en la instalación de mediasombras, reconociendo que la lucha contra el clima es constante en el campo.
La granja opera con un equipo de siete personas diariamente, siendo tres miembros de la familia Ruiz Díaz (Juan, su hermano y su cuñado) los pilares de la gestión. En términos de crecimiento, 2025 se proyecta como un año de consolidación, con un aumento estimado del 10% al 15% en las ventas en comparación con el año anterior.
La comercialización se divide en un esquema 50/50, combinando: venta directa en la finca y mediante servicio de entrega en Asunción y Gran Asunción; venta a comercios, con distribución a revendedores que suplen a supermercados y despensas.
Para el próximo año, los objetivos están claros: aumentar la plantación de tomate cherry, frutilla y frambuesa, y expandir la cuota de mercado para todos sus rubros.
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