En el caso de Vox, Stark expresó a InfoNegocios Paraguay que la telefonía “está hundida en deudas que ascienden a G. 100.000 millones. En el hipotético caso de que hoy Vox se liquide, la empresa ni siquiera tendría la forma de pagar todas las deudas que posee”, reconoció.
Con relación a Copaco, Stark dijo que la estatal tiene patrimonio positivo, pero si atraviesa por una grave crisis económica, a raíz de las deudas, perjudicaría a funcionarios que aún no percibieron sus salarios de diciembre.
La estrategia para salvar las empresas, principalmente Copaco, consistirá en que las operaciones se “achiquen”, centrándose en brindar conectividad a instituciones públicas. “Nos damos cuenta de que la mayoría de las unidades de negocios arrojan pérdidas. Sería factible concentrarnos en empresas rentables”, aseveró Stark.
Como Copaco posee un rol clave para la universalización del servicio de internet, Stark sostuvo que empezar a ser proveedores exclusivos de las instituciones públicas será una de las alternativas para refundar la empresa. Para ir operativizando la idea, desean llevar la conectividad a las escuelas públicas, comisarías, centro de salud y hospitales. “A partir de esta base, sería fácil llegar a la ciudadanía con un servicio renovado”, complementó Stark.
A la fecha, Copaco debe recuperar G. 136.000 millones para llevar su deuda a cero. En cuanto al patrimonio que aún tiene Copaco, el titular de la empresa contó que los activos suman G. 560.000 millones, mientras que Vox sí ya cuenta con un patrimonio negativo que ronda los G. 100.000 millones aproximadamente. Además, el problema de Vox para reinventarse es que casi toda su infraestructura es obsoleta desde el 2017, lo cual limita su cobertura solo para el área metropolitana.
Los daños a la empresa
Según detalló el presidente, en Vox y Copaco se detectaron la existencia de contratos “sin lógica”, que fueron ejecutados pese a no tener solvencia e incluso suscritos con empresas allegadas a funcionarios.
“Están mezcladas las cuentas, Copaco utilizó a Vox para hacer compras de materiales y servicios para evitar la Ley de Contrataciones Públicas. A partir de ahí se comenzó a deber a Vox y se facturaron como servicios”, comentó Stark.
Supuestamente Vox siguió haciendo contratos cuando no tenía dinero y por lo tanto hay graves sospechas de que algunos directivos o funcionarios de alta jerarquía se hayan beneficiado, violando las normativas sobre los conflictos de intereses. Para cerrar mejor las cuentas, la administración de Stark comunicó la elaboración de un trabajo de conciliación entre las cuentas de Copaco y Vox.