Con más de 50 años de vida y una extensa trayectoria profesional, Costa combina la experiencia adquirida con una apertura firme hacia las nuevas tecnologías, las herramientas digitales y los cambios generacionales.
“Mi filosofía actual es combinar la experiencia con las nuevas generaciones y herramientas”, resumió Costa al describir su forma de liderar y proyectar. Reconoce el impacto transformador de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes, pero deja en claro que el contacto humano sigue siendo irremplazable. “Hoy uno habla de inteligencia artificial y considero que no se puede dejar de tener, pero tampoco se puede dejar de lado lo que es el contacto uno a uno”, enfatizó.
En el rubro inmobiliario, dice, más que vender propiedades, se asesora en inversiones. Esto exige seriedad, transparencia y responsabilidad, valores que, para él, deben estar por encima de cualquier tendencia o herramienta digital. “Uno vende una propiedad, pero en realidad asesora a una persona en hacer una inversión”, dijo.
“Aprendí el tema de no quedarse estancado, de ir por más con ambición analizada, siempre buscando nuevas propuestas para nuevos mercados”, relató Costa, dejando entrever una vocación exploradora que lo impulsa a seguir innovando. Esta enseñanza marcó una huella profunda en su manera de liderar, y hoy es parte de su legado hacia los equipos que conduce.
En un sector altamente competitivo como el inmobiliario, lograr visibilidad y diferenciación es un desafío constante. Costa apuesta por un mix de herramientas estratégicas que combinan tecnología, prospección y relación directa.
“El marketing digital es una herramienta fuerte, pero también desgasta si no llega al público correcto. Por eso hay que complementarlo con reuniones, seguimiento constante y visibilidad seria del proyecto”, afirmó. Para él, el punto está en no prometer más de lo que se ofrece: “La mejor estrategia es decir lo que realmente vendés, porque si no, te dura una reunión”, dijo.
Este enfoque sincero y orientado a la transparencia es, según Costa, lo que marca la diferencia en la fidelización del cliente. En la arquitectura de grandes proyectos, el impulso creativo puede jugar a favor o en contra si no se gestiona adecuadamente. “Muchas veces el departamento de arquitectura quiere hacer cosas espectaculares, pero sobrepasan el valor que uno va a poder comercializar”, mencionó. “El valor de un proyecto no es infinito, así que hay que saber hasta dónde trasladar esas ideas. En definitiva, esto tiene que ser rentable tanto para quien compra como para quien vende”, añadió.
Si hay algo que lo motiva día a día, es la posibilidad de enfrentar escenarios nuevos. “Cada reunión es distinta”, dijo. Aunque haya materiales preparados, como brochures o presentaciones, el trato con el cliente siempre cambia. Y esa capacidad de adaptación situacional se convierte en una habilidad fundamental.
Además, subrayó la importancia del trabajo colaborativo en el mundo inmobiliario: “Ya hacer negocio solo es muy difícil. El trabajo en equipo no puede faltar”, puntualizó. En ese espíritu, promueve la integración con colegas, entendiendo que compartir conocimientos y alianzas estratégicas puede abrir muchas más puertas que la competencia solitaria.
En cuanto al panorama del sector inmobiliario en el ámbito internacional, resaltó el caso de Asunción, Paraguay, donde el crecimiento de la construcción es notable. Sin embargo, advirtió un desafío importante: la infraestructura. “La infraestructura de las calles ya no acompaña el crecimiento de los edificios. Entonces, se va a empezar a crecer hacia afuera, hacia los barrios”, anticipó, y valora que Asunción esté tomando medidas en ese sentido. “Después está la parte política, que no manejamos, pero esperamos que se mantenga la estabilidad”, dijo.
Fuera del mundo de los negocios, Pablo Costa encuentra en su familia y en el río su mayor refugio. Tiene dos hijos que actualmente estudian en la universidad, y acompañarlos en ese camino lo mantiene “ocupado y motivado”. También confiesa su amor por la navegación: “Me gusta ir al río, me relaja, me distrae. Mi ciudad tiene un río muy importante”, dijo.