En un contexto económico desafiante en Argentina, donde el consumo interno se retrae y los costos de producción se disparan, el sector vitivinícola de Salta ve en la internacionalización una salida. “Paraguay es prioritario para nosotros. Hay cercanía, afinidad y un consumidor que valora la calidad. Ya hay bodegas instaladas con presencia comercial, y las que aún no están tienen claro que quieren entrar”, señaló Alejandro Martorell, presidente de la Asociación Bodegas de Salta.
Los vinos salteños, producidos a más de 2.000 metros de altura en el Valle Calchaquí, representan un segmento premium muy apreciado por los consumidores paraguayos. “Lo que más sorprende es que son vinos diferentes: más intensos, más complejos y con una identidad única que se explica por la altura y la diversidad de microterruños que tenemos en Salta”, explicó Martorell.
Este diferencial ha sido clave para captar la atención de importadores, distribuidores y restaurantes en Paraguay que buscan productos con carácter, origen definido y buena relación valor-calidad.
La feria Vinexpo, que celebra este año su cuarta edición en agosto, se ha transformado en una plataforma de negocios concreta. Participan entre 20 y 24 bodegas salteñas con el objetivo de cerrar alianzas y fortalecer su red de distribución.
“El evento es un punto de encuentro entre productores y operadores paraguayos. No solamente buscamos vender, queremos generar relaciones comerciales sostenibles y crecer juntos”, destacó Martorell.
A pesar del interés mutuo, el ingreso al mercado paraguayo no está exento de obstáculos. “El régimen de importación es burocrático y complejo. Sería fundamental avanzar hacia una mayor simplificación para facilitar la llegada de nuestros vinos y dinamizar el comercio bilateral”, acotó Martorell.
No obstante, el potencial es enorme. Paraguay muestra un crecimiento sostenido en el consumo de vinos premium y un ecosistema gastronómico en expansión. “La presencia de paraguayos enoturistas en el Valle Calchaquí también es un termómetro: hay una conexión cultural que refuerza el vínculo comercial”, agregó.
La estrategia de las bodegas salteñas no es coyuntural. Con la conectividad aérea Asunción–Salta recientemente inaugurada y un creciente interés por parte de consumidores, distribuidores y medios especializados, Paraguay se perfila como un mercado con proyección. “Tenemos un plan sostenido. No se trata solo de vender, sino de construir marca, posicionar origen y generar valor a largo plazo en Paraguay”, concluyó Martorell.