Por ende, podemos discutir algunos aspectos importantes a tener en cuenta para desarrollar una marca personal, más allá de un branding visual:
1. Conocerse a uno mismo como profesional
¿Qué clase de diseñador soy? Puede ser una pregunta en apariencia limitante, pero es importante que sepas qué es lo que podés aportar a tus clientes de forma única y diferenciarte de los colegas del rubro. Esto también te ayudará a desarrollar las herramientas de una manera más enfocada.
Las preguntas que podés hacerte son: ¿Qué te inspira?, ¿qué fue lo primero que te llamó la atención de la carrera?, ¿qué pensás que lográs mejor que otros profesionales?, ¿en qué tipo de trabajos te concentrás más?
2. Pensar de antemano cuál sería tu audiencia
Como un medio de comunicación, es importante que pienses a quiénes querés llegar con tu trabajo, o qué tipo de clientes resuenan mejor con las habilidades que ofreces, por ejemplo:
¿Te gustaría apoyar a emprendedores?, ¿te interesa el desarrollo tecnológico y la interacción del usuario con distintas plataformas online?, ¿con qué tipo de ramo profesional te gustaría trabajar?
3. Planificar o considerar tu presencia online
Marcar una presencia online es muy importante, te ayudará a conectar con tu audiencia y llegar al tipo de cliente al que podés ofrecer un mejor servicio. Por ende, analizá qué es lo que tu presencia online actual dice de vos, con quién conecta el contenido que presentás, y en caso de no haber construido aún una audiencia en redes, plantearte qué tipo de trabajos presentarás al mundo para conectar con tus clientes ideales.
4. Strong visuals
Conocerte mejor te ayudará a crear un branding visual único, que hable de forma auténtica sobre tu visión, principios, y habilidad creativa.