El proyecto consiste en la creación de un modelo de espacio de exposición a bajo costo, que se realiza utilizando materiales y técnicas tradicionales del lugar y con la participación activa de los miembros de la Comunidad Indígena. Este espacio es destinado a conservar los objetos típicos de la cultura ancestral de la etnia indígena local.
El primer prototipo de “Museo Verde” fue inaugurado en agosto de 2016 en la localidad de Karcha Bahlut, ubicada en el Alto Chaco paraguayo, cerca de las fronteras con Bolivia (al norte) y con Brasil (al este), en las orillas del río Paraguay, área en el que vive una comunidad ISHIR Ybitoso, una de las 17 etnias autóctonas de Paraguay.
Conversamos con Gherardo Lafrancesca, quien fue parte del desarrollo del proyecto y nos comentó que la ubicación del museo fue una de las limitantes pero que aun así pudieron llevarlo a cabo. “Por suerte tuvimos el apoyo de instituciones como la Senatur y el Cabildo, que hicieron posible hacer del sueño una realidad”, dijo.
El Proyecto “Museo Verde” pretende conseguir dos objetivos: la creación de un “lugar de la memoria” para conservar objetos y documentos de una cultura antigua y tradicional que está a riesgo de desaparecer; y la creación de atractivos para los turistas interesados en la cultura indígena. “Estos museos buscan ser un estímulo para que otras iniciativas que sirvan para valorizar el patrimonio cultural de las diferentes etnias del país, puedan ser realizadas”, explicó Gherardo.
La iniciativa y coordinación del proyecto estuvo a cargo de la Embajada de Italia en Paraguay, en tanto, los recursos necesarios, equivalentes a UDS 15.000, fueron proporcionados por la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur); el Centro Cultural de la Republica “El Cabildo”, y la Municipalidad de Bahía Negra. La Comunidad Indígena de Karcha Bahlut contribuyó con mano de obra y facilitando los objetos a exponer.
Un segundo museo
Un segundo ejemplar de Museo Verde será realizado en Carmelo Peralta, también en las orillas Del Río Paraguay, aproximadamente 150 km al sur de Karcha Bahlut, donde residen 5 comunidades de la etnia Ayoreo.
Sobre el punto, Gherardo adelantó que el próximo museo será más ambicioso que el primero. “En este caso, el pedido de los Ayoreos fue dotar al museo de una especie de centro cultural, ya que quieren recoger documentos y entrevistas en audiovisual, y todo lo que pueda servir para preservar el patrimonio de la cultura de ese pueblo, para que no desaparezca con los ancianos”, dijo el entrevistado.
Resaltó que lo ideal sería que este tipo de museos puedan replicarse incluso en países limítrofes, donde también habitaban estas etnias y que están en conversaciones para desarrollar un proyecto así en Brasil.