"Estamos teniendo una producción espectacular, con lindos plantines y con las frutillas listas para comercializarlas en estas semanas, especialmente con la cosecha de las frutillas tempraneras. A diferencia de otros segmentos, la pandemia hizo que los productores permanezcan en sus hogares, y los cuidados permanentes de esas semanas de cuarentena están dando resultados positivos en cuanto a los rendimientos", reconoció.
Según Galeano, para esta temporada se concentraron en promover las variedades Dover, Sweet Charlie y Sabrina. La diferencia entre los tipos de frutilla se basa concretamente en el dulzor y en el tamaño.
"La Sweet Charlie es la variedad más solicitada y cuesta G. 35.000 por kilo, mientras que la otra más requerida es la Dover, que cuesta unos G. 30.000 por kilo, en promedio. La variedad denominada Sabrina maneja un precio similar a las anteriores, pero existe una producción menor, por la cantidad de cuidados especiales que requieren en todo el proceso", indicó.
Cada productor siembra cerca de 5.000 plantines en una parcela de 12 metros por 30 metros, un espacio reducido, de acuerdo a Galeano. Al mismo tiempo, declaró que mantenían un promedio de 2.000 kilos en cada parcela, pero gracias a los factores climáticos y genéticos de los plantines, los rendimientos subirán en todos los casos.
"Un tema que nos está preocupando es la venta y la preparación de la feria en la zona céntrica de Areguá, porque no queremos empezar a entregar los productos sin establecer un acuerdo con el Ministerio de Salud (MSPBS), sobre las medidas que debemos implementar en torno al distanciamiento social, a la cantidad de personas en los puestos, a la circulación en un sentido único y otras medidas de control”, afirmó.
La semana pasada, cuando fueron visitados por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez y el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, los directivos de la Asociación les explicaron que están trabajando en un protocolo sanitario y que les gustaría contar con el apoyo del Estado para su aprobación en la brevedad, dijo Galeano.
"No estamos a favor de que las personas estén comercializando los productos sin contar con un protocolo fijo, ya que, si no respetan las medidas sanitarias, se puede perjudicar a todos los productores. Actualmente, ya tenemos un plano de cómo organizarnos, considerando que años anteriores recibíamos hasta 20.000 personas por cada fin de semana", señaló.
Este año permitirá que los productores se capitalicen y que en la próxima temporada logren sembrar en un mayor espacio, lo que se traducirá en mayores rendimientos e ingresos financieros, concluyó la representante.