“Trabajo en delivery desde hace siete años, y con este trabajo mantengo a mi familia, que está compuesta por mi esposa, mis hijos, mi suegra y una hermana menor. Pago mis cuentas, el colegio de mi hijo, todo, con esta ocupación”, dijo Gerardo Trebastoni, fundador de Delivery GT, quien opera de manera independiente.
El servicio de entrega a domicilio se convirtió en una actividad cada vez más demandada, y se realiza través de empresas unipersonales, o de pocos miembros, y de compañías grandes, –que lo hacen por aplicación–, pero en todos los casos el trabajador es contratado por los clientes y opera por su cuenta y riesgo.
Genaro Rodríguez, titular de la Asociación de Delivery del Paraguay, señaló que el hecho de que el repartidor trabaje por su cuenta y riesgo hace que los gastos de mantenimiento y de salud sean cubiertos por sus propios ingresos, por lo que la agremiación se convierte en una ayuda para ellos en caso de que necesiten recursos para seguir operando.
¿Es rentable trabajar como repartidor? El ejemplo mencionado por Trebastoni ilustra esta realidad. Tiene la ventaja de que el trabajador puede laborar las horas que quiera y puede hacerlo a tiempo completo o en sus horas libres.
Según Rodríguez, en promedio, un repartidor obtiene entre G. 15.000 y G. 20.000 por entrega, que puede incrementarse según la demanda, los días de lluvia o la distancia. “Se hacen entre 15 y 20 entregas por día, aunque los locales con menor pedido tienen de ocho a 10 por noche”, añadió.
Julio Guimaraes, fundador y director de Loogistico-Delivery de paquetes, relató que sus drivers, que son independientes, obtienen entre G. 700.000 y G. 900.000 por semana, por 10 o 12 pedidos, pero que pueden obtener más si aumentan el número de viajes.
“La actividad se está moviendo mejor que el año pasado con el repunte de la economía; el comercio electrónico es el dinamizante del sector logístico, tiene que ver con que los bancos están creando sus propios e-commerce y la gente está más predispuesta a comprar por ese medio”, señaló
Agregó que los emprendedores también ven a las redes sociales como amigables y de fácil uso para comenzar a vender o desarrollar sus emprendimientos online. ”Lo primero que buscan es un socio para hacer sus entregas y envíos. Nosotros nos enfocamos en paquetería y documentación, logística de última milla. Con respecto al año pasado creció entre un 30% y un 45%”, indicó.
Trebastoni aclaró que si bien los pedidos no se incrementaron, sí lo hizo la cantidad de emprendedores, que son quienes ahora demandan los servicios de entrega a domicilio. “Hoy un cliente de hace siete años me hace un pedido por semana, pero siete emprendedores nuevos me pueden solicitar una vez al día”, explicó.
En su caso los pedidos fijos diarios, en lo que va del año, se redujeron a 10 o 15 por día, mientras que el año pasado fluctuaban entre 20 y 30. ¿La razón? La pandemia hizo que se multiplicara la demanda de entrega a domicilio y la aparición de interesados en atender ese nicho, brindando un servicio mucho más barato –a mitad de precio-, aunque con menor garantía de cumplimiento.
Trebastoni opera a través de WhatsApp, publica en Facebook, Clasipar, Instagram, Google Maps o por recomendación. “El año pasado el 60% de los pedidos provinieron de empresas y el resto de particulares. Este año, de 50 llamadas que tuve desde enero, solo cinco fueron de empresas”, aclaró.
En cuanto al rubro que más demanda los servicios de delivery, por lejos es el sector gastronómico el que lleva la delantera. “Más del 70% de los pedidos pertenece al rubro gastronómico, pero hoy también están creciendo los pedidos de tiendas de calzados, de ropa, de electrónicos. Por eso, esta es una buena alternativa laboral”, remarcó.