"Esto es algo que la ANDE debía haber previsto como estrategia de Itaipú para negociar con la contraparte brasileña. Ellos están imponiendo condiciones sin mediar información alguna", expresó el ingeniero, para quien todas las vivencias demuestran que Brasil está llevando adelante el plan trazado con respecto a sus pretensiones.
Cáceres recordó que la tarifa para este año aún se fijó y Paraguay está aguardando a que Brasil se siente a negociar, “siendo que no hay una propuesta justificada en tiempo y forma para que negocien con nosotros. Volvimos a llegar tarde con lo que quiere hacer el Gobierno, 1.000 megavatios es mucha potencia. Nosotros contratamos 1.800 este año y ahora vamos a pedir más, se necesita muchísima infraestructura para movilizar la potencia", señaló.
El ingeniero opinó que para el 2023 no será posible alcanzar 1.000 megavatios de consumo adicional, aunque sí se llegaría a 200. Además, indicó que las empresas que quieran comprar nuestra energía necesitan un contrato a largo plazo y “ni siquiera tenemos la tarifa de este año ni del año que viene”, agregó.
"Hay que definir hasta cuándo vamos a esperar a Brasil. Esto es una bomba de humo para dispersar la presión de la gente que quiere una solución", aseveró. Por otra parte, cuestionó que todavía no exista una hoja de ruta para negociar el Anexo C.
Sobre la infraestructura necesaria para movilizar la energía que pretende vender Paraguay, Cáceres dijo que se requiere un alimentador de 23.000 voltios, que transmite 7 megavatios, para comprar 30 megavatios, un alimentador de 66.000 voltios y si la idea es ir por encima de 30 megavatios se necesita 220.000 voltios. "Las empresas necesitarán una subestación cercana a la ANDE y la ANDE tendrá que invertir en mucha infraestructura", concluyó Cáceres.