El crecimiento real del PIB al final del 2024 alcanzará un 4%, impulsado principalmente por el consumo privado, que continúa fortaleciéndose gracias a factores externos como beneficios indirectos de ajustes macroeconómicos en Argentina, que estabilizaron las relaciones comerciales. Entre los sectores destacados están la expansión de los servicios, la industria y la construcción, que contribuyeron al crecimiento. El comercio, en particular, fue un motor clave, respaldado por el aumento en el consumo doméstico.
Por el lado de la oferta, los indicadores sectoriales reflejan un dinamismo constante, la construcción tuvo un crecimiento robusto gracias a la inversión pública y privada en infraestructura, la industria aumentó en la producción manufacturera, particularmente en bienes de consumo y materiales de construcción. El servicio creció en el segmento de telecomunicación y distribución.
La inflación fue uno de los logros más destacados en 2024, cerrando por debajo del 4% por segundo año consecutivo. Este comportamiento responde a varios factores, como el ajuste del rango meta de inflación a 3,5% +/- 2%, con el objetivo de consolidar esta tendencia hacia 2026; en noviembre la inflación general se situó en 3,4% interanual, mientras que la inflación subyacente (sin alimentos y combustibles) alcanzó un 4,9%.
Asimismo, los datos desestacionalizados muestran un incremento anualizado del 1,7% en los últimos tres meses, lo que evidencia estabilidad a pesar de fluctuaciones externas. Además, en los últimos 10 años, la inflación se mantuvo dentro del rango meta el 84% del tiempo, consolidando la confianza en la política monetaria del BCP, que mantuvo su tasa de política monetaria en 6% durante nueve meses consecutivos, priorizando la estabilidad económica.
Esta decisión estuvo influida por la tasa neutral revisada, ajustada a un rango de 1,3%-2,6%, lo que limita la posibilidad de recortes adicionales en el corto plazo; el contexto externo, con menores expectativas de flexibilización monetaria por parte de la Reserva Federal de EE.UU; y un enfoque prudente para mantener el equilibrio entre crecimiento y estabilidad de precios.
El guaraní, por su parte, enfrentó presiones por un dólar fuerte y un real brasileño debilitado. Sin embargo, las intervenciones del BCP lograron estabilizar el tipo de cambio, cerrando en G. 7.900 por US$ hacia finales de 2024, a pesar del incremento en las importaciones.
También se logró fortalecer a las reservas internacionales manteniendo niveles óptimos de liquidez para garantizar la confianza del mercado; y los flujos comerciales equilibrados y una gestión prudente del mercado cambiario contribuyeron a evitar fluctuaciones extremas, protegiendo a consumidores y empresas.
El déficit fiscal acumulado hasta noviembre de 2024 alcanzó el 1,8% del PIB, lo que evidencia un manejo eficiente de las finanzas públicas. Entre los principales logros se destaca –en cuanto al resultado fiscal móvil de 12 meses- un 3,8% del PIB, aunque reduciéndose a 2,6% al excluir pagos extraordinarios de deuda.
La deuda pública bruta, equivalente al 40% del PIB, estuvo en línea con los estándares de sostenibilidad fiscal, y con respecto a la Ley de Responsabilidad Fiscal, el límite de déficit del 1,5% del PIB sigue siendo una guía clave para la política fiscal.