El ingeniero Luc Van Ruymbeke, propietario del negocio, compartió en una entrevista con InfoNegocios que comenzaron su actividad hace aproximadamente 35 años. En 1988, él y su esposa, la licenciada Selma Ramos, llegaron a Paraguay como parte de un proyecto de una ONG belga. Durante ese tiempo, establecieron la primera estación piscícola en Paraguay y crearon una cooperativa para su gestión. Tras la conclusión de este proyecto en 1998, decidieron enfocarse en la piscicultura de forma independiente y fundaron la Granja Aida I. En este lugar, se dedicaron a la cría y venta de tilapia, convirtiéndose en los pioneros en introducir el filete de tilapia en el mercado paraguayo.
“Actualmente nos dedicamos a la producción de diferentes especies de peces, pero la principal siempre fue y sigue siendo la tilapia, pero aparte producimos pacú, carpa y tare'yí, pero en menor volumen. Nuestra producción se destaca por ser amigable con el medioambiente, nuestros peces son criados y producidos de forma totalmente natural, sin químicos ni conservantes”, resaltó Van Ruymbeke.
La Granja de EcoPez está ubicada en la compañía Ybyraity de Acahay, en el departamento de Paraguarí, a unos 110 kilómetros de Asunción. En esta granja, se lleva a cabo la cría, recría y engorde de los peces en aproximadamente 37 hectáreas de espejo de agua distribuidas en unos 80 estanques. Los volúmenes de producción varían según el sistema utilizado, con capacidades de producción de aproximadamente 5.000 kilos por hectárea en el sistema extensivo y de 10.000 a 20.000 kilos por hectárea en el sistema intensivo, “que requiere una mayor inversión en equipamientos como aireadores para mantener niveles adecuados de oxígeno en los estanques”, agregó.
EcoPez se enfoca en la comercialización de filete de tilapia congelado, que está disponible en la mayoría de las cadenas de supermercados en todo el país. Y en algunos comercios también se puede encontrar pacú, pero en menor proporción.
La granja también ofrece actividades como visitas guiadas y servicios de pesca y pague, donde los visitantes pueden disfrutar de la pesca y pagar por el kilo de pescado capturado. “Está abierta todo el año, desde las 7:00 hasta las 17:00. Se paga solo un derecho de pesca que consiste en G. 10.000 por persona y luego se le cobra por kilo”, detalló.
Hablando sobre la evolución del sector y el consumo de pescado en Paraguay, Luc Van Ruymbeke señaló que, aunque la piscicultura ha crecido, la demanda y el consumo de pescado aún son reducidos en comparación con la carne vacuna, el pollo y el cerdo. Esto se debe a una arraigada creencia de que el pescado debe pescarse en el río en lugar de comprarse, lo que limita el mercado en Paraguay.