El nuevo Land Cruiser apuesta muy fuerte por un diseño retro y de hecho lo hace con dos diseños distintos que beben de predecesores como el Land Cruiser J60 de los años ochenta con el que apareció en algunas de las primeras imágenes, de acuerdo a lo difundido por la página especializada Car and Driver.
Es una apuesta por un diseño extremadamente robusto y cuadrado, con marcados paragolpes y una pequeña parrilla superior que incluye las clásicas letras Toyota, acompañadas en los flancos por dos pequeños faros rectangulares con tecnología LED.
La trasera no se queda atrás, con un pilar C igualmente sólido y un notable ensanche de los pasos de rueda, con unos pilotos Led verticales que parecen seguir las mismas formas de las ópticas habituales en los Land Cruiser ochenteros.
Esta versión llega con un motor diésel turbo de 2.8 litros con una potencia de 204 CV, asociado a una caja de cambios automática Direct Shift de ocho velocidades y además compatible, como ya ocurre con el modelo saliente, con el biodiésel sostenible HVO100, que no resta el rendimiento de este todoterreno, capaz de remolcar cargas de hasta 3.500 kg.
A esta motorización se sumará a partir de 2025 una versión electrificada que combinará un motor diésel con una tecnología mild hybrid (MHEV) de 48 voltios, aunque sus cifras de potencia aún no se han dado a conocer.
El interior ofrecerá espacio para cinco o siete plazas según su configuración, con un ambiente que de nuevo apuesta por la robustez de un buen todoterreno, con formas muy cuadradas en el puesto de conducción, incluyendo el interior de su volante o la disposición de todos sus interruptores.
Toyota también señala que además está ideado para mejorar la visibilidad del conductor al colocar la cintura del coche más baja, lo que hace que las ventanas laterales sean más grandes. El nuevo Land Cruiser llegará a algunos mercados europeos en octubre, con la llegada de las primeras entregas previstas para la primera mitad de 2024.