-¿Qué aspectos contempla la normativa?
-El proyecto de ley es muy ambicioso, incluye normativas inspiradas fuertemente en la legislación europea. Y cuenta con interesantes artículos sobre algoritmos, biometría, metadatos, automatización de procesos y sistemas y otros términos. Hoy se precisan definir y regularlos para alcanzar varios objetivos, tales como: otorgar certeza jurídica sobre operaciones y alcanzar un equilibrio entre la protección de los titulares y los beneficios que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación.
-¿Qué tan significativa sería esta ley para el empoderamiento de derechos tecnológicos en el país?
-Es un hito para nuestro país en el sentido de que reconoce la importancia de los datos personales y su impacto, tanto como consumidores, así como desde su experiencia como personas en la plena vigencia de derechos humanos en el entorno digital. También ofrece mayor poder y regulación sobre la forma en que se recolectan, almacenan y emplean datos, tanto en el sector público como en el privado.
-¿Cuáles serían las garantías?
-Establece las bases para que pueda florecer una economía digital de una manera segura; es importante para nosotros reconocer como coalición que estas cosas van de la mano: garantizar la vigencia de los derechos humanos en el entorno online y facilitar el florecimiento de una economía digital alineada a los derechos de las personas, algo que ya pasa en la Unión Europea, que tiene una economía digital floreciente. Tiene beneficios económicos y sociales. Incluso Brasil, Argentina y Uruguay ya tienen estas leyes, algunas mejores que otras, pero en fin, leyes que permiten mayor inversión en materia de tecnología, porque los inversores se sienten más seguros invirtiendo en países con más seguridad en cuanto al tema. Cuanto más claras estén las reglas del juego, mejor, y esta ley otorga esa claridad.
-¿Cómo afecta este proyecto de ley a las empresas?
-Creo que les afecta positivamente, ya que se establece de una manera muy clara qué tipo de datos se puede recolectar, con qué fines, bajo qué estándares, siempre teniendo como principio importante que las personas sepan del tratamiento. Muchas empresas establecen sus propias reglas de juego, habiendo una situación de desigualdad, en las que otras corporaciones gastan mucho dinero en adquirir datos de manera segura. Esta situación de desigualdad en materia de competencia se vería afectada de manera positiva con una regla de base para todos los competidores de una economía en un mercado libre.