su rival francesa Alcatel-Lucent en una operación valorada en 15.600 millones de euros. La transacción, la mayor del sector en más de una década, se realizará mediante una oferta pública de canje de acciones entre ambas compañías, de modo que los accionistas de Alcatel-Lucent recibirán 0,55 acciones de la nueva empresa por cada título de la antigua.
Nokia se quedará con el 66,5 % del grupo resultante y Alcatel con el 33,5 % restante, creando un gigante con cerca de 114.000 empleados y unos 26.000 millones de euros de facturación.
La nueva compañía se llamará Nokia Corporation, tendrá su sede en Finlandia y será el segundo mayor fabricante mundial de redes de telefonía móvil en términos de cuota de mercado, por detrás tan sólo de la sueca Ericsson.
Tras vender el año pasado su división de teléfonos móviles a Microsoft, Nokia se ha concentrado en la venta de equipos y software de telecomunicaciones y en la comercialización de sus mapas digitales.
"Juntos, Alcatel-Lucent y Nokia tienen la intención de liderar la próxima generación de tecnologías y servicios de redes", afirmó en un comunicado el consejero delegado de Nokia, el indio Rajeev Suri.
La fusión le abre a Nokia las puertas del mercado estadounidense, donde Ericsson tiene una posición dominante, y donde las empresas chinas todavía no alcanzan una cuota importante de mercado. Nokia también tendría acceso al mercado africano que no es muy significativo, pero está en crecimiento.