Un reciente estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology reveló que pasar más de 10 horas y media al día en actividades sedentarias, como estar sentado o recostado, incrementa significativamente el riesgo de insuficiencia cardíaca y muerte cardiovascular. Esto aplica incluso a personas que cumplen con los 150 minutos semanales recomendados de ejercicio moderado o vigoroso.
Según uno de los coautores del estudio, el cardiólogo del Hospital General de Massachusetts, Shaan Khurshid, los hallazgos publicados en el estudio sugieren que, “reducir el tiempo sedentario puede ser clave para disminuir el riesgo cardiovascular. Más de 10,6 horas diarias de inactividad podrían ser un umbral crítico asociado con mayores riesgos”.
Investigaciones anteriores ya habían vinculado el sedentarismo con una menor esperanza de vida. Por ejemplo, un estudio de 2017 publicado en los Annals of Internal Medicine señaló una relación directa entre pasar largas horas sentado y un aumento en la mortalidad prematura. Además, otro informe reciente del European Heart Journal encontró que incluso dormir tiene un menor impacto negativo en la salud cardiovascular que permanecer sentado.
Según estos estudios, el tiempo que se pasa sentado no solo afecta al corazón, sino también otros aspectos de la salud. Según el cardiólogo y director médico de VitalSolution, Bradley Serwer, pasar más de 8 horas sentado al día se relaciona con problemas cardiovasculares, coágulos sanguíneos y dolores musculoesqueléticos, especialmente en la espalda baja.
Teniendo en cuenta estos estudios, queda claro que mantenerse en movimiento constante es esencial para la salud. Aunque no existe un consenso absoluto sobre cuál es el límite de tiempo en el que se puede permanecer sentado sin poner en riesgo la salud, expertos sugieren pausas frecuentes: que pueden ser cada 30 minutos o cada 1 o 2 horas. Según los expertos, este pequeño cambio de postura o actividad física podría marcar la diferencia.
No se necesita invertir mucho tiempo para mantenerse en movimiento. El estudio más reciente señala que tan solo 5 minutos de actividad moderada o vigorosa, como caminar, hacer estocadas o subir escaleras, pueden mejorar tu salud cardiovascular.
Alguna de las recomendaciones que podrían facilitar a mantenerse en movimiento podrían ser: usar relojes inteligentes que marquen un tiempo prudente para la actividad física y también mantener un registro de la actividad diaria; la utilización de escritorios de pie pueden ser una buena opción para alternar el trabajar de pie o sentado, no obstante, también se debe tener en cuenta evitar permanecer de pie por más de dos horas seguidas; y por último realizar micro actividades como cambios de postura o pequeñas caminatas cada que se complete alguna tarea.