Durante el Pay Meeting, Diego Legal, subgerente general de operaciones financieras del Banco Central del Paraguay (BCP), explicó que este fenómeno refleja una acelerada adopción de los pagos digitales y una mayor confianza en las plataformas tecnológicas disponibles.
“En 2022 se registraron 42 millones de transferencias más en comparación con 2021. Este aumento fue superado nuevamente en 2023, con más de 80 millones de transferencias y esta tendencia continúa, ya que solo en el primer semestre de 2024 se registraron 70 millones de operaciones, proyectando un cierre anual que podría superar los 140 millones”, informó Diego Legal.
El incremento no solo se manifiesta en el volumen de transacciones, sino también en el monto total transferido, que marcó cifras históricas. En 2023, el valor total de las transferencias representó aproximadamente el 242% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, superando un 207% registrado en 2022.
Este crecimiento, de entre 30 y 40 puntos porcentuales por año, podría llevar a que el 2024 cierre con un monto equivalente al 240% del PIB. Este éxito se atribuye en gran medida al impulso de la digitalización en el país, con el SIPAP jugando un papel crucial en fomentar la adopción de tecnologías de pago más rápidas y eficientes.
“Un componente clave de esta transformación fue la introducción de los Sistemas de Pagos Instantáneos (SPI) 24/7 en mayo de 2022, que permitió a los usuarios realizar transferencias en cualquier momento, agilizando aún más las transacciones económicas. Este avance destaca no solo como un hito en la modernización del sistema financiero, sino también como un indicador del progreso hacia una economía más digital y conectada”, aseguró Legal.
El Sistema de Pagos Instantáneos (SPI) en Paraguay transformó radicalmente la manera en que los ciudadanos realizan transacciones, marcando un hito en la historia financiera del país. Antes de la implementación del SPI, las transferencias solo podían realizarse de lunes a viernes entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde, según el especialista; lo que limitaba significativamente las opciones de los usuarios, especialmente en transacciones de bajo valor.
Uno de los principales avances del SPI es la capacidad de confirmar una transferencia en menos de un minuto, en contraste con el sistema anterior, que podía tardar hasta 30 minutos. Esta mejora no solo agilizó las transacciones, sino que también fue fundamental para reducir el uso de efectivo y promover la inclusión financiera, uno de los objetivos centrales del BCP.
“El impacto del SPI es evidente en las cifras, en su primer año, el sistema ya mostraba un crecimiento superior al esperado, con más de 160.000 transacciones diarias en 2023, un aumento del 60% respecto al año anterior. Para junio de 2024, estas cifras se cuadruplicaron, llegando a las 432.000 operaciones diarias. Además, los fines de semana, cuando antes no era posible realizar transferencias, ahora representan más del 20% de las operaciones semanales, y las transacciones fuera del horario laboral (después de las 18:00 y antes de las 8:00) constituyen el 30% de las operaciones diarias”, refirió el ejecutivo.
La adopción del SPI superó las expectativas, con un crecimiento del 148% interanualmente, lo que lo coloca por encima de otros métodos de pago digitales, como las tarjetas de débito y crédito.
En términos de volumen monetario, el SPI comenzó a rivalizar con las extracciones en cajeros automáticos, que tradicionalmente fueron una medida del uso de efectivo en la economía. Este cambio refleja una tendencia hacia la digitalización del dinero y un alejamiento de las transacciones en efectivo, lo que subraya la importancia del SPI en la modernización del sistema financiero paraguayo.