Maris Llorens es propietaria de la ganadera Viradolce, presidenta de una fundación dedicada a la protección ambiental y animal que lleva su nombre, directora del Zoológico y Jardín Botánico de Asunción hace más de cinco años y también se desempeñó mucho tiempo como presidenta de la Cámara Paraguaya de la Carne.
Viradolce fue una de las pioneras en vender genética de bovinos, ¿cómo fue que usted se interesó en este rubro?
Había viajado a Argentina por la raza Brahman, que antes no existía en Paraguay, entonces, empecé a comprar genética, ya sea animales vivos, embriones o semen. Fue así como Viradolce se convirtió en una empresa de ganadería que se ocupa de la cría, engorde y genética a la vez, con uno de los laboratorios genéticos del sector privado mejor equipados de América Latina. Poseemos maquinarias de origen alemán que da una garantía del 100% al cliente que sabe lo que va comprar es de calidad.
¿Hace cuánto tiempo funciona el laboratorio?
Hace 13 años más o menos, nos costó US$ 1 millón, pero siempre invertimos en construcción, actualizaciones y en la compra de animales.
¿Qué influencia tuvo la implementación de la genética en la ganadería?
El boom de las exportaciones de carne paraguaya vino con el cambio de genética porque el mundo demanda una carne diferente y con la genética nos acercamos más a la carne argentina, que es considerada la mejor del mundo. Paraguay pasó de ser el número 10 en exportación de carne a ser el séptimo. Hoy tenemos más o menos 14 millones de cabezas de ganado en total en Paraguay y eso está dando trabajo a mucha gente, no solo en el campo sino a aquellos que se encargan del transporte, la venta, etc.
¿Cuántas razas poseen?
Tenemos varias razas de animales, el mayor grupo es el de Brangus rojo y negro, Nelore, Brahman, Braford y en menor volumen vacas que producen leche. Por otra parte, hace poco incursionamos en la raza Wagyu, de la cual, años atrás, importé embriones y animales vivos puros para después cruzar.
Este año se compró mucha genética de Brangus, Braford y Brahman rojo para evitar que nuestro ganado tenga una consanguineidad (si eso pasa, no se va a poder comercializar).
¿Con cuántas cabezas de ganado cuenta su ganadera?
Varía entre 85 mil a 100 mil, por los nacimientos y ventas que tenemos. Todos están ubicados en nuestra estancia que está en Guavirá, San Pedro.
¿Exportan a otros países?
Sí, exportamos semen a Argentina y estamos dando la posibilidad de exportarlo también a Guatemala, porque es muy interesante lo que se puede hacer ahí en cuanto a genética, sin embargo, sanitariamente aún no terminamos de poner las cosas a punto.
¿Cómo fue para usted incursionar en la ganadería siendo mujer dentro de un rubro en el que los hombres siempre fueron los protagonistas?
Al inicio me miraban como si fuese un extraterrestre. No sabían que yo venía de Suiza y me quedaba en el campo o en el frigorífico sola y desde hace tiempo ya llevaba adelante las gestiones, el trabajo con los animales y con la gente.
Al comienzo me miraban y como comúnmente lo hacen en un país machista, pero con la seriedad y el trabajo demostré que una mujer también sabe hacer las mismas cosas que un hombre y que no hay que despreciar a nadie.
¿Qué políticas públicas recomendaría para que la gente aumente su capacidad de consumo, teniendo en cuenta que la economía está desacelerada?
A diferencia de la carne, los granos se exportan como materia prima y eso es una pena. Si Paraguay tuviese más industrias que transformen la materia prima, reduciríamos costos para el consumidor final y habría más fuentes de trabajo. Creo que el Estado no tiene ningún problema de hablar de esto, todos los gobiernos que pasaron pusieron de su parte para que Paraguay crezca. Ahora mismo el país es el único en América Latina que mantiene hasta el 4% su crecimiento, que es algo difícil.
Obviamente faltan muchas fuentes de trabajo, más aún en el interior, entonces, hay que generar oportunidades de trabajo y distribuirlos por el país para que la gente del campo tenga la posibilidad de trabajar en su localidad y no tenga que venir hasta Asunción.
En cuanto al cuidado de la naturaleza y de la integridad animal, ¿cómo se mantiene Paraguay?
En algunos sentidos se avanzó. Hay mucha gente que empezó a sensibilizarse por los animales y el medioambiente, se dieron cuenta de que un animal enfermo que esté en situación de calle también puede afectar la salud de un ser humano.
Como directora del Zoológico y Jardín Botánico de Asunción, ¿considera que cumplimos el estándar regional?
Tengo contacto con muchos zoológicos de otros países, hay que hacer algunos cambios en nuestro zoológico para cumplir el estándar regional, pero a los animales que tenemos no le faltan veterinarios ni comida, siempre se hacen controles de electrocardiograma y están continuamente cuidados. Pero tengo que admitir una cosa, no puedo soportar los animales encerrados, para mí, el Jardín Botánico tendría que ser un espacio muy grande donde los animales puedan estar libres, pero no se puede liberarlos porque estuvieron mucho tiempo en cautiverio y eso mucha gente no lo entiende.