“Se habla poco de ella, pero el Indo-Pacífico es una región estratégica, porque concentra la mitad de la población mundial y la mitad del comercio mundial. Y es la conexión entre los océanos Pacifico e Índico y la costa oriental africana”, explicó Yan Speranza, expresidente del Club de Ejecutivos.
En esa zona están los países más poblados del mundo y es un mercado hasta ahora desaprovechado por Paraguay. ¿Y qué podemos venderles? “Básicamente, alimentos”, respondió Alberto Acosta Garbarino, miembro del consejo directivo de Desarrollo en Democracia.
Ahí es donde están China y la India, con 1.300 millones y 1.200 millones de habitantes, respectivamente. Pero no son los únicos. “Estamos hablando de otros países, como Indonesia, Malasia, Vietnam, Tailandia, que suman a su vez otros 1.700 millones de personas”, señaló Speranza.
“Todo indica que China va a ser la primera potencia económica en la próxima década; están también los Tigres Asiáticos, India, que está creciendo a una tasa del 8% al 9%”, resaltó, por su parte, Acosta Garbarino.
¿Qué debe hacer Paraguay para volver la mirada hacia al Oeste y aprovechar ese mercado potencial? Acosta Garbarino afirmó que la primera cuestión es reforzar la presencia paraguaya, tanto en el aspecto diplomático como comercial, pero también se debe consolidar la conexión con el Pacífico a través de los corredores bioceánicos, y tener acceso a los puertos chilenos.
Dilema
Pero hay otro aspecto a considerar. “Ahí se va a desarrollar la geopolítica de los años que vienen. Preocupa la influencia de China en la región (Indo-Pacífico) y que este sea un espacio libre, abierto, de libre comercio y de respeto a las reglas internacionales de navegación”, apuntó Acosta Garbarino.
El dilema que se plantea, más allá de la tensión entre países democráticos y países autoritarios, es que no se puede desaprovechar un mercado tan vasto como el de China. “En el siglo XXI va a haber un enfrentamiento entre la democracia y el autoritarismo. Por el lado de los valores, Paraguay está claramente aliado con Taiwán, pero por el lado de la economía, el principal mercado es China. Dilema para nosotros: cómo llegamos al mercado más grande y cómo compaginamos eso con el tema de la democracia”, manifestó.
Paraguay es el único país de Sudamérica que no tiene relación con China. “Nos quedamos con Taiwán pero eso nos limita e impide llegar al mercado chino, que es el principal mercado para nuestros productos, para la soja, la carne, toda la parte agropecuaria” agregó.
Similar opinión mantiene Speranza, quien dijo que Paraguay debe pedir a sus aliados estratégicos, particularmente a Taiwán, acceso a mercados, inversión taiwanesa, creación de empleos y emprendimientos que generen puestos de trabajo y de ingreso de divisas. “Esa tiene que ser la relación con Taiwán. No podemos seguir con la lógica de recibir donaciones. Está bien, pero es absolutamente insuficiente y se presta a otras cosas”, aseveró.
Speranza también destacó que las empresas asiáticas que producen autopartes encontraron en Paraguay una oportunidad de producir de manera competitiva para satisfacer la demanda del mercado brasileño que tiene una producción importante de automóviles. “Podemos identificar otros sectores, el textil por ejemplo, para que las empresas asiáticas puedan instalarse en Paraguay para exportar al resto de la región”, apuntó.