“Con esta estrategia buscamos vislumbrar y estar preparados para un futuro en el que el hidrógeno verde tenga un rol preponderante. Para eso estamos fijando los delineamientos necesarios”, manifestó Mauricio Bejarano, titular del Viceministerio de Minas y Energía del MOPC.
El subsecretario de Estado resaltó que dotar de un marco jurídico a la producción de hidrógeno verde y sus derivados es condición primaria para recibir inversiones en este campo. “Lo siguiente es calificarla como una actividad industrial con los requerimientos que fijará el MIC. Lo tercero es normar la utilización del agua y la posibilidad de generación de energía renovable que acompañe a la producción y el fortalecimiento de la infraestructura eléctrica a ser utilizada”, agregó.
Massimiliano Corsi, presidente de la Cámara Paraguaya de Biocombustibles y Energías Renovables (Biocap), señaló que entre los puntos destacados del plan oficial se encuentra la mayor diversificación sectorial.
“Esta estrategia abarca también otros sectores, además del transporte, como el industrial y el uso residencial, lo que amplía la posibilidad de inversión. Atome podrá seguir desarrollando su proyecto de fertilizantes renovables de US$ 500 millones, y también Go-Energy Group con su inversión de US$ 700 millones en producción de amoníaco e hidrógeno verde”, dijo.
Como potencial de industrias tanto Corsi como Bejarano destacaron que la producción de fertilizantes es la más cercana por su conexión con la agricultura. “Tienen una demanda muy importante a nivel nacional y regional ya que tenemos de vecinos a grandes productores agrícolas como Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Paraná. Hoy eso tiene una posibilidad de evacuación logística que es la hidrovía y, en el futuro, la bioceánica”, afirmó el funcionario.
A mediano plazo, agregó Bejarano, está la posibilidad de la inserción de combustibles que podrían sustituir, entre 2030 y 2035, a algún refinado de hidrocarburo, sobre todo en el transporte fluvial. “Todavía no podemos hablar de la salida del hidrógeno como tal ya que no tenemos esa posibilidad ni la infraestructura de manejo de ese vector energético que se va insertando en el mundo”, destacó el viceministro.
El gobierno resaltó que las condiciones para producir hidrógeno verde en el país “son excepcionales” y sin igual en el mundo. “Tenemos agua dulce en grandes cantidades, una fuente de energía renovable estable -como la hídrica-excedente en nuestro país-, tierras a un costo razonable, y una hidrovía por donde transportar los derivados”, resaltó Bejarano.
Según el documento hecho público, se estima que para el 2025 el costo nivelado del hidrógeno verde (LCOH) en Paraguay estará entre US$ 1,9 y US$ 4,8 por kg H2. Para el 2030 se espera que este rango se reduzca a un precio ubicado entre US$ 1,5 y US$ 3,1 por kg H2. Y para el 2050 los costos podrían oscilar entre US$ 1,2 y US$ 2,2 por kg H2.
“Este es el camino hasta que la integración energética pueda convertir a Paraguay en un exportador de hidrógeno en el futuro, porque el potencial lo tenemos. Debemos esperar esa inversión. Sabemos que hay atención de parte de las empresas que están comprometidas a hacer inversiones y nosotros seguimos acompañando, observando. Esto seguramente va a llamar a más inversiones pero hay que reglamentar. Todavía falta ese trabajo”, remarcó Corsi.
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