El próximo presidente de la República, que asumirá el 15 de agosto, Santiago Peña, designó a Claudia Centurión como nueva ministra del MOPC, quien ya estuvo en la cartera de Estado en la unidad de Dirección de Proyectos Estratégicos y actualmente se desempeña como gerente general de la constructora Jiménez Gaona y Lima. Se trata de la primera mujer en la historia al frente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
“Es una persona con muchísimo conocimiento. Está muy bien capacitada y ya tiene experiencia en el sector público. Estuvo al frente de la Dirección de Proyectos Estratégicos, donde llevaron adelante proyectos como la Ruta 2 y 7, San Cristóbal - Naranjal, la Bioceánica”, expresó Paul Sarubbi, presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa).
Mientras que otros proyectos quedaron encaminados, como el caso del aeropuerto. “Dependerá de ella armar un equipo interno dentro del Ministerio de Obras Públicas, para mover la enorme maquinaria que hay ahí. Es un enorme desafío porque hay muchísimo que hacer para gestionar ese ministerio”, dijo.
Desafíos
Para Sarubbi, primero debería solucionarse la deuda que el Estado posee con las empresas constructoras, que asciende a más de US$ 300 millones.
“El Estado tiene que pagar a corto plazo porque cada día aumentan los intereses. Difícilmente vamos a poder mirar el futuro si es que no solucionamos la situación de hoy; estamos con altísimas deudas con el sector financiero y proveedores”, aseveró.
En segundo lugar, el desafío, a criterio de Sarubbi, es conseguir licitar la cantidad de proyectos necesarios para disminuir el gran déficit en infraestructura del país, para que así las obras inicien lo más pronto posible. Esto teniendo en cuenta que en los últimos años “se licitó muy poco y hay muy pocos proyectos nuevos en ejecución”, recordó.
“A medida que terminen las obras en ejecución, los volúmenes de obras disminuirán, lo que hará que la ejecución presupuestaria no sea la indicada para que Paraguay siga creciendo en infraestructura”, señaló.
La peor infraestructura en la región
“Como país estamos muy atrasados. Hay diferentes estudios hechos desde organismos multilaterales, según los cuales estamos en un promedio de entre US$ 25.000 y US$ 30.000 millones en déficit de infraestructura. Por año no llegamos a los US$ 1.000 millones de inversión, estamos lejos de poder cumplir con esos requerimientos”, enfatizó.
El titular de Cavialpa remarcó que se debería invertir al menos entre un 4% y 5% del Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura de forma anual. “Estamos hablando de entre US$ 1.600 millones y US$ 2.000 millones por año”, agregó.
“Paraguay es uno de los países con menor infraestructura en toda Sudamérica. El país que recorras tiene más infraestructura que nosotros. Todo esto por falta de inversión. Hace 10 años se invertía US$ 250 millones por año, ahora se llegó a invertir US$ 1.000 millones y en 2022 bajó. Este año va a volver a bajar y no hay un ritmo de crecimiento continuo. Se aumenta, después vuelve a bajar”, lamentó.
No obstante, resaltó que las empresas nacionales poseen capacidad instalada para construir, puesto que entre el 2020 y 2021 ejecutaron por más de US$ 1.000 millones.
“Las empresas paraguayas están listas para trabajar y realizar las inversiones necesarias para las obras. Necesitamos que desde el Estado se encuentren las herramientas y condiciones para llegar a estos volúmenes”, insistió.
Además, citó que se debe invertir en lo que son los sistemas de comunicación, logística, carreteras, puentes, hidrovías, todo el sistema eléctrico, necesario para seguir industrializando el país.
“No olvidar la infraestructura de salud y educación, donde estamos también rezagados. Alcantarillado sanitario, planta de tratamiento. Hay que hacer algo diferente para llegar a esos volúmenes. El Estado está cada vez más pesado, con gastos corrientes más elevados y un margen de inversión menor. Entonces hay que solucionar esto, utilizar también las concesiones, la ley de Alianza Público Privada (APP)”, subrayó.
Ladrillo por ladrillo
Por su parte, Óscar Bieber, miembro titular de la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (Capaco), sostuvo que uno de los desafíos será con el nuevo ministro de Hacienda.
“Ya no habrá ganancia para todas las constructoras que están trabajando para hacer obras de infraestructura porque los intereses tras esperar tanto tiempo se hicieron largos. Si bien según la Ley, el MOPC debe pagar con intereses”, adujo.
Bieber contó que existe un enorme desdén en torno a lo vial y los proyectos se deben acelerar. “Hay más de 1.000 puentes por reparar. Algunos con edad para ser reparados y otros reacondicionados. Nos preocupa que colapse algún puente. Son puentes cuya vida útil ha pasado”, señaló.
Igualmente, manifestó que existe una lista de nuevos caminos que deben construirse, trabajos estudiados para llamar a licitación.
“Esperamos que no solo se puedan cambiar las obras, sino que también se puedan organizar nuevos trabajos y para eso se necesita dinero. El desafío será conseguir los rubros necesarios para encarar las obras públicas. También créditos blandos desde el Banco Nacional de Fomento (BNF), más favorables para el sector de la construcción”, puntualizó.