Brunetti anunció que el pago de cuotas disminuyó en 100% en algunos casos, mientras otras instituciones realizaron descuentos a sus estudiantes entre el 30% a 100% para marzo, abril y consideran hacerlo en mayo. Desde el punto de vista del ingreso, Brunetti aseguró que todas las universidades tienen una caída de por lo menos 70% interanual y que 17.000 familias dependen del funcionamiento de las universidades privadas agremiadas.
La APUP es un grupo que nuclea a 32 universidades privadas, 126.000 alumnos y 12.000 docentes. El gremio solicita a toda la comunidad universitaria y al Gobierno a realizar esfuerzos para poder sostener las actividades y que de esa manera se pueda soportar los impactos del COVID-19.
"El modelo educativo cambió cuando el Gobierno decidió suspender las clases en los colegios y todas las universidades decidimos acompañar porque lo más importante es cuidar la vida y la salud de la comunidad académica. Sin embargo, no todos los alumnos tienen internet o computadoras en sus casas", afirmó Brunetti. Aparte de las dificultades de infraestructura, el vicepresidente de la APUP manifestó que continuar con las clases se dificulta porque los profesores deben cambiar la metodología de enseñanza y muchos requieren de cierta capacitación.
"Entendemos que establecer clases no presenciales no es lo que el alumno contrató, pero las universidades tienen que seguir pagando a sus funcionarios y docentes, aparte de otros costos. Hay que buscar un punto de equilibrio en el cual las universidades tengan consideración con los alumnos y viceversa", expresó.
Asimismo, Brunetti aseguró que la solución tampoco es descontar las cuotas por ley porque la realidad de cada universidad y de cada estudiante es distinta. "Bajar 50% puede ser poco para las universidades grandes, pero existen otras con menos capacidad económica. Lo mismo ocurre con los estudiantes, porque algunos tal vez cuentan con otros gastos que no pueden dejar de realizar", sostuvo.
El pedido concreto que realiza la APUP es que las universidades que la conforman sean más flexibles en lo posible con los plazos de pagos, refinanciaciones de cuotas y solicitan al Gobierno que continúe con las becas, las cuales en este momento están paradas. "Itaipú tiene un programa para 2.000 alumnos que está parado, lo mismo ocurre con la Secretaría de la Juventud y con los municipios. Ellos tienen fondos para becas que actualmente los universitarios necesitan para seguir estudiando", subrayó.
Suspensiones
El titular comentó ya fueron tres las universidades que suspendieron sus actividades hasta que se levante la cuarentena, por lo que instan a las demás que no paren para que la comunidad universitaria no sea perjudicada. "Recomendamos seguir con el contenido teórico, incluso a las carreras más técnicas para no desaprovechar el tiempo y mantener la actividad", acotó.
En cuanto a la oferta de créditos para sostenerse, Brunetti celebró que el BNF cuente con fondos pero aclaró que no es lo más sano endeudarse para pagar salarios.