Viveros, además, es parte del equipo de Grupo FV, fabricante de la cerveza artesanal Valhalla. Es director comercial en Evodia y es parte de Icon Technologies, y de Future. A nivel gremial integra la junta ejecutiva de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), es miembro de la Comisión Coordinadora de la Expo MRA 2024 y de la Fundación Industrial.
¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Comencé a temprana edad en el mundo laboral. Mi primera incursión fue como asistente de marketing en CVC (ahora conocido como Tigo TV). Luego pasé a Inpaco, empresa cofundada por mi abuelo en 1979, donde ascendí desde un puesto de asistente contable hasta la posición de director.
Siempre admiré el espíritu emprendedor de mi padre, lo que me llevó a incursionar gradualmente en pequeños proyectos empresariales por mi cuenta. En 2010, ingresé a la UIP como miembro de la UIP Joven, donde ocupé la presidencia durante el periodo 2012-2014.
Esta institución fue una invaluable escuela de liderazgo para mí. Animo a los jóvenes a involucrarse y a aprender de la experiencia de quienes ya han recorrido este camino.
El aprendizaje continuo y la oportunidad de contribuir al desarrollo industrial del país ampliaron mi perspectiva y me permitieron establecer vínculos significativos con personas que hoy considero grandes amigos y maestros de vida.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
El proceso de aprendizaje conlleva desafíos significativos y a menudo costosos. Cada día encontramos nuevos problemas que requieren atención y dedicación. Es esencial estar mental y físicamente preparados para perseverar en esta lucha constante, con objetivos firmes y manteniendo los pies en la tierra.
Además, encontrar un equilibrio entre el trabajo y la familia ha sido un desafío. Pero con el apoyo incondicional de mi esposa y un gran sacrificio personal encontramos tiempo de calidad para avanzar juntos.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
Contar con un equipo de personas comprometidas, que comparten mis sueños y también están luchando por los suyos, es invaluable. Cada uno de mis colaboradores representa mi mayor fuente de orgullo y motivación. Espero seguir construyendo junto a ellos.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
No gastes, invertí tu dinero en activos productivos. A menudo, cuando somos jóvenes, tendemos a desear cosas costosas, lo cual no está necesariamente mal. Sin embargo, con la perspectiva del tiempo, uno reflexiona y se da cuenta de que si hubiera gastado menos y hubiera invertido más, tal vez habría logrado más cosas.
Por supuesto, también existe la deuda inteligente, aquella que se adquiere con el propósito de generar ingresos adicionales. Sin embargo, en un país como el nuestro, donde el sistema financiero aún está en desarrollo, especialmente para los emprendedores, lo más sensato es ahorrar desde temprana edad e invertir ese dinero en aras de la libertad financiera.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
El Estado es una institución omnipresente en todos los países, y siempre se presentarán oportunidades para mejorar. La clave reside en comprender las reglas del juego y avanzar con determinación. En mi caso descubrí que comprometerme activamente en la búsqueda de soluciones resultaba más productivo que simplemente quejarme y esperar que la solución caiga del cielo.
El Estado establece las reglas del juego y nosotros somos los jugadores. Se asemeja al papel del árbitro en el fútbol: ocasionalmente puede cometer errores, como cobrar un penal inexistente, pero eso no significa el fin del partido. Nuestro objetivo es continuar avanzando y esforzarnos por alcanzar el campeonato.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
Tuve el privilegio de conocer empresarios de diversos perfiles, y destaco la solidaridad y empatía que muchos de ellos demostraron hacia sus colaboradores y colegas, especialmente durante la época de la pandemia.
Uno de los principales desafíos es la falta de formalización en muchos casos. Pero este es un proceso en constante evolución, y es crucial colaborar estrechamente con las autoridades para simplificar y agilizar los trámites necesarios para formalizar.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Es muy importante mantenerse actualizado para fomentar la innovación. En su libro Crear o Morir, Andrés Oppenheimer sostiene que, salvo actividades fundamentales como leer, escribir o andar en bicicleta, necesitamos reajustar constantemente nuestro aprendizaje en intervalos cada vez más cortos debido al acelerado avance de la tecnología, lo que implica que los conocimientos adquiridos en la universidad u otros ámbitos pueden volverse obsoletos rápidamente, requiriendo una constante actualización. Lo que estudié hace algún tiempo podría ya no ser relevante en la actualidad, por lo que es esencial estar dispuesto a reaprender y adaptarse continuamente en un entorno en constante evolución tecnológica.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Quedé impresionado por el libro Hábitos Atómicos, de James Clear, que resalta cómo incluso los hábitos más pequeños pueden proporcionar una gran energía y enfoque para alcanzar objetivos. Demuestra cómo pequeños cambios pueden generar resultados enormes.
Otro que recomiendo, especialmente a aquellos en el ámbito industrial, es La Meta, de Eliyahu Goldratt. Me proporcionó valiosas lecciones y cambió mi perspectiva sobre cómo enfocar los negocios y tomar decisiones al evaluar proyectos. Es una lectura esencial para quienes desean mejorar su comprensión de la gestión empresarial y la eficiencia en la producción.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Es fundamental comprender a cada individuo, sus motivaciones, sus obstáculos y sus temores. Reconocer y aceptar nuestras diferencias, así como nuestras capacidades y virtudes únicas, es esencial. Al trabajar juntos y sumar lo positivo de cada persona, podemos formar un equipo sólido que impulse el éxito de la compañía.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
En primer lugar, mantener una buena rutina de ejercicios, dedicándole al menos una hora, cinco veces por semana. Desconectarse del trabajo y dedicarse a actividades físicas resulta sumamente beneficioso. A menudo, simplemente concentrarse en golpear una bolsa, una pelota o cualquier otra actividad similar con la mente en blanco puede proporcionar una liberación de endorfinas, preparándonos para los desafíos. Además, es en estos momentos de desconexión cuando pueden surgir las mejores ideas.M
El tiempo de calidad con la familia es igualmente importante. Nutrir el espíritu y compartir momentos significativos con nuestros seres queridos nos motiva a seguir adelante y nos recuerda por qué trabajamos tan duro.