Dumot explicó que cada contenedor tendría un sobrecosto, según destino y origen de la mercadería. Y a pesar de que mejoró la navegabilidad de los ríos, las navieras no están operando al 100%, pero recuperaron en parte su capacidad operativa.
Por otra parte, Dumot señaló algunas trabas burocráticas desde el lado argentino, puesto que están generando muchas demoras por la cantidad de contenedores estancados ante la menor cantidad de funcionarios asignados para los puertos. El hecho de que los puertos de trasbordo dificulten la salida y entrada de mercaderías, implican un cuello de botella para el país.
Cuestión logística
“En general la logística no ha mejorado. El incremento del costo del petróleo afecta a los fletes internacionales y también una vez despachada la mercadería a todos los fletes locales”, subrayó Dumot, quien además indicó que los fletes domésticos también evidencian sobrecostos considerables.
Ya el año pasado la logística sufrió sobrecostos, según Dumot, por lo que los aumentos actuales son relativamente pequeños. “El año pasado hubo saltos de más del 100% en algunos casos de fletes de China, que triplicó el precio. En el caso de Europa se duplicó, los fletes de América del Norte sufrieron incrementos del 50%”, enfatizó.
Adicionó que, si bien eso se mantiene, se agrava con los factores mencionados más “los sobrecostos que quieren cobrar las navieras como consecuencia del estallido de la guerra Rusia-Ucrania”.
Esta coyuntura deriva en que “no estamos pudiendo retroceder a un precio de flete razonable en el mercado”, comentó.
“Los dos primeros meses del año -según el BCP- han sido meses que reflejan rubros con comportamiento positivo, pero no precisamente la distribución, venta y comercialización de alimentos de consumo masivo”, dijo.
Analizó que esto a su vez se asume como falta de circulante o que el contrabando está penetrando como nunca antes.
La sombra del contrabando
“Si el año pasado el contrabando acaparaba el 30% del mercado, en este momento, a lo mejor, ya es el 50% del mercado. Queremos encargar un estudio económico para medir efectivamente qué tamaño tiene el contrabando en el país”, expuso.
Lamentó que varios gremios se tengan que retirar de las mesas de trabajo junto al Gobierno porque los resultados son exiguos, teniendo en cuenta las pruebas de videos publicados de cargas que ingresan impunemente, lo cual genera impacto en las ventas legales en competencia desleal.
También añadió que el tipo de cambio prevé una presión al alza, lo cual tampoco favorece a la importación, pese al control del BCP.
Al mismo tiempo esta coyuntura influye en el precio final de los productos que constantemente se remarcan porque cada partida que llega lo hace con un componente mayor del costo del flete al tipo de cambio más alto y con mayores costos de distribución y cambios en costo de origen porque también los proveedores sufren la carencia de insumos.
“En todos los frentes está complicada la situación y no hay una expectativa de que puedan bajar rápidamente los precios de los productos importados de extrazona ni del Mercosur”, sentenció.
Añadió que esperan mantener los precios “con suerte” y que llegue un segundo semestre más tranquilizador.