Los bancos deberán adaptarse rápidamente a un entorno cambiante, invirtiendo en tecnología, fortaleciendo su resiliencia y ajustándose a las demandas regulatorias y del mercado para garantizar su sostenibilidad y relevancia en 2025.
“Se espera un 2025 con la economía en crecimiento y eso siempre trae aparejado un aumento de la demanda de financiamiento, que es donde los bancos intervienen principalmente. Hoy el sistema está en un nivel de apalancamiento interesante, no es bajo, pero puede seguir creciendo”, afirmó Francisco Olivera, gerente de tesorería de Banco Sudameris.
El ejecutivo agregó que la atención para la demanda de créditos de consumo y de gastos ya está suficientemente cubierta. “Hay que seguir mirando y, sobre todo, enfocarse mucho en el financiamiento de proyectos de inversiones. Ahí hay algunos muy interesantes para 2025, como infraestructura pública y muchos proyectos que van a venir de la mano del sector privado, entre ellos Paracel, que va a empezar a crecer el año que viene”, dijo.
También se espera la concreción de varios proyectos electrointensivos “que de a poco van a ir demandando mucho financiamiento a mediano y largo plazo, sobre todo en la parte de hidrógeno verde y amoníaco para fertilizantes”.
Olivera destacó que en Paraguay todos los años son desafiantes en cuanto a financiamiento porque siempre hay proyectos, y especialmente ahora, puesto que con el grado de inversión “hay más ojos mirando el país, y eso ayuda porque a veces es complicado salir a buscar fondos cuando la gente no te conoce”. Recalcó que hoy Paraguay es bien conocido gracias a la emisión de bonos en el exterior.
Digitalización y transformación tecnológica son otros retos que afronta el sector, pues la creciente competencia de las tecnologías financieras fintech exige que los bancos tradicionales inviertan en innovación tecnológica para ofrecer servicios más ágiles y personalizados.
En cuanto a la ciberseguridad, con el aumento de los servicios digitales, proteger los datos de los clientes y garantizar la seguridad de las transacciones será una prioridad crítica. Y aunque Paraguay ha avanzado en la bancarización, gran parte de la población rural y vulnerable aún no accede a servicios financieros digitales, lo que presenta una oportunidad y un desafío.
“Hoy el 80% de las transacciones se mueve en formato digital. Ese es un tema fundamental, así como la ciberseguridad, que se debe desarrollar conjuntamente con el sector público, en coordinación con el Mitic. Ahí los bancos tienen que invertir millones de dólares porque es fundamental mantener la confianza en los sistemas digitales”, apuntó.
Olivera manifestó que hoy los bancos tienen “controles muy rígidos, y seguramente más de lo que el público, el cliente quiere, pero debemos seguir así, tener una trazabilidad y conocer a nuestros clientes”.