Entre los productos que se abrieron a nuevos mercados de exportación se encuentra el aceite de cocina a Colombia, con un valor de US$ 58.995, marcando un avance en el comercio de productos reciclables y sostenibles.
Asimismo, Letonia se convirtió en un nuevo destino para los maníes paraguayos, por un valor de US$ 74.428, destacando la calidad del sector agroexportador del país.
En el rubro de los aceites vegetales, Paraguay consolidó su liderazgo en la producción y exportación de productos derivados de la soja al expandir la exportación de aceite de soja hacia la República Dominicana, por US$ 415.990.
Las relaciones comerciales con Argentina también se siguen diversificando. En el sector industrial, el país vecino recibió genamin, un químico utilizado en productos de cuidado personal, por un total de US$ 81.819, así como palanquillas de acero por US$ 107.200.
Igualmente, el sector cárnico registró un avance con la exportación de tripas saladas bovinas hacia Bolivia, alcanzando un valor de US$ 90.662.
Al respecto, el economista Jorge Garicoche comentó: “Surgieron nuevos productos que, si bien aún no alcanzaron un volumen significativo, están logrando entrar en mercados internacionales estratégicos. En años recientes, productos como las autopartes y los bienes de maquila comenzaron a ganar espacio en el exterior, lo que ayudó a atenuar el impacto de la caída en el desempeño del sector agrícola”.
Por otro lado, Garicoche expresó que la estabilidad del tipo de cambio y la balanza comercial son factores clave que se relacionan directamente con esta diversificación. “Si Paraguay aumenta su capacidad exportadora, especialmente hacia nuevos destinos, podrá reducir su vulnerabilidad frente a fluctuaciones externas. Además, la mejora en el estatus de 'grado de inversión' del país podría atraer inversiones y financiamiento para potenciar nuevos sectores productivos en el mediano plazo”, afirmó.
Nikolaus Osiw, director de inteligencia competitiva de la Rediex, agregó: “Paraguay avanzó en su capacidad exportadora, incrementando tanto el valor como la diversificación de sus productos. Las exportaciones han crecido significativamente desde los US$ 500 millones. Este incremento fue impulsado en parte por un 'boom exportador' iniciado en 2003, que transformó a Paraguay de un país dependiente de la exportación de energía eléctrica y productos primarios hacia uno que ahora incluye productos agroindustriales y manufacturados en su portafolio”.
Otro reto importante es el mantenimiento de los nuevos mercados conquistados. “Aunque muchas empresas lograron ingresar a mercados internacionales, la permanencia a largo plazo de nuevos productos es solo del 50%. La consistencia en la calidad de los productos exportados es fundamental para asegurar la confianza de los compradores. Las empresas paraguayas deben evitar la tentación de bajar los estándares una vez que ganaron clientes, ya que el éxito en el comercio internacional depende de la entrega constante de productos de alta calidad”, señaló Osiw.
Para finalizar, Osiw también destacó que la gestión de la documentación para la exportación, como los certificados sanitarios, es un factor clave. Para cumplir con los exigentes estándares de mercados como la Unión Europea, las empresas deben garantizar que toda la cadena productiva cumpla con normativas de inocuidad, como los límites de aflatoxinas en productos como el maní. “La coordinación entre el sector privado y las entidades públicas, como Senave e INAN, es esencial para que las exportaciones cumplan con los requisitos técnicos de los países de destino”, concluyó.