El presidente de la Asociación de Industrias Autopartistas del Paraguay (AIAP), Martín Cuadro, indicó que desde el gremio están insistiendo hace dos años con negociar un acuerdo bilateral con Brasil, por ser un rubro no incluido en el marco del Mercosur y por el riesgo que existía de que el gobierno brasileño tome la decisión de eliminar los beneficios que estaba brindando a la industria autopartista.
Desde hace unos años, según Cuadro, las negociaciones entre Brasil y Paraguay avanzaron a tal punto de tener elaborados borradores para consolidar el acuerdo bilateral, mientras tanto, se operaba entre la industria de autopartes y las ensambladoras brasileñas como si estuviesen en el marco del Mercosur (Paraguay importaba vehículos sin arancel y Brasil autopartes sin arancel).
No es incorrecto decir que Paraguay y Brasil estuvieron trabajando durante un buen tiempo bajo un acuerdo provisorio que brindaba satisfacción a ambas partes, sin embargo, los avances del acuerdo definitivo empezaron a estancarse y el martes 2 de julio fue cuando Brasil decidió demostrar que ya era tiempo de sacar un resultado concreto. Según el presidente de la AIAP, los principales motivos de Brasil para imponer su arancel externo común fueron los siguientes: “Vender sus autos 0 Km de manera preferencial, evitar la fuga de capitales de las empresas autopartistas brasileñas, quieren que Paraguay aumente su arancel externo común y que dejemos de importar vehículos usados de Chile”.
Es cuando aparecen los principales conflictos comerciales, porque en Paraguay existe una gran cantidad de automóviles usados importados, por lo que el Gobierno deberá buscar la manera de solucionar una problemática con demasiadas aristas.
El presidente de la Cámara de Importadores de Vehículos Usados del Paraguay (CIVU), Luis Pereira, manifestó que “Brasil trata de imponer sus vehículos 0 Km, al igual que la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam) y no es la primera vez que este tipo de conflictos aparecen”.
Durante el gobierno anterior surgió una discusión parecida y en ese entonces convencieron al ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, sobre el impacto negativo que tendría dejar de importar vehículos usados.
Según Pereira, el modelo de negocios de la maquila autopartista y las importadoras de vehículos usados son muy distintos en magnitud de aportes hechos al país. “Las maquiladoras autopartistas exportaron aproximadamente US$ 300 millones el año pasado, pero ellos solo tributan 1% de su exportación, no pagan IVA, no pagan renta ni impuesto inmobiliario. Mientras que nosotros importamos por US$ 504 millones el año anterior y pagamos todos los tributos”, aseguró Pereira.
El titular de CIVU agregó que “las maquiladoras de autopartes favorecen más a Brasil incluso en términos de empleo porque posiblemente el empleo generado sea absorbido por las mismas personas de ese país”. De acuerdo al último informe de la CIVU -que está desactualizado por ser del 2010- el rubro importador vincula de forma directa e indirecta a 250 mil personas y hay que tener en cuenta que actualmente se importa el doble en comparación a ese año.
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Respuesta rápida
La titular del MIC, Liz Cramer, anunció en Radio Ñandutí que, a través de la Cancillería, Paraguay envió una nueva propuesta base por medio de un mecanismo llamado Nómina de Apertura de Mercado (NAM), que básicamente es una medida diplomática-jurídica dentro de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) creada para resolver urgencias. La jefa de la cartera acotó que el documento ya fue entregado por el embajador paraguayo en Brasil y que esperan una respuesta concreta de los negociadores de Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) lo más rápido posible.
Los números del negocio autopartista: 12.000 personas empleadas en el sector, US$ 300 millones en exportación el año pasado y una empresa afectada que abrió recientemente.