Que somos un país eminentemente carnívoro es algo que nadie se atrevería a discutir. Pero lo que mucha gente cree es que esta predilección por la proteína roja se deja de lado durante la Semana Santa, habida cuenta de la religiosidad.
“Se vendió más carne vacuna en Semana Santa el año pasado, un 20% más. Se consumió incluso en Viernes Santo. Y por lejos el corte más vendido es la costilla, después vienen el vacío, la colita, la tapa cuadril. Costilla es el producto que más se vende en los supermercados, por lejos, incluso más que la cerveza”, explicó Joaquín González, presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu).
Por su parte, Ramiro Maluff, titular de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec), señaló que la Semana Santa es un momento de gran consumo de carne vacuna y que los cortes preferidos son la costilla y el vacío. “Hay un solo día de la Semana Santa, que es el Viernes Santo, que tal vez haya gente que no consume carne roja”, indicó.
Un buen asadacho
“La gente come asado el Jueves Santo. Las otras carnes, como de aves, de cerdo y de pescado suelen duplicar la demanda, o triplicar en el caso del pollo, pero no representan ni el 5% de la carne vacuna. El cerdo en Paraguay se consume más como embutido, por más que la carne porcina es más barata que la vacuna”, aseveró González.
La costilla es el corte más tradicional en Paraguay, recalcó Maluff y apuntó que de los alrededor de 2 millones de cabezas que el país exporta, toda la costilla se queda en el mercado local y se suma a las de unos 300.000 animales que se faenan para el consumo interno.
Los momentos de mayor consumo de costillas son el 1 de mayo, la Navidad o Nochebuena, y la Semana Santa. “El asado es algo muy típico, muy tradicional y los días en los que la gente come pescado básicamente se consume mucha costilla también”, remarcó.
Tradición cristiana
La abstinencia en el consumo de carne en Viernes Santo es una tradición cristiana que no es obligatoria, pero que la Iglesia, sobre todo la católica, recomienda como muestra de penitencia y reverencia frente al sacrificio de Jesucristo. Se sugiere llevar adelante esta práctica como forma de purificación espiritual. La prohibición se extiende a los seis viernes de la Cuaresma.
Vale como aclaración que para la Iglesia la carne es todo tejido muscular proveniente de mamíferos, por lo que la carne de aves y pescado, así como los mariscos están autorizados para consumir. Cabe notar que la definición de carne incluye a la porcina -por provenir de un mamífero-, pero considerada por la gente en nuestro país como carne blanca y apta para comer en sustitución de la carne roja vacuna.
Esta costumbre está muy arraigada en la mayoría de los países de Latinoamérica, debido a la profunda tradición católica de los pueblos que la componen. Sin embargo, la creciente secularización de las sociedades está poniendo en retirada, o en retroceso, a muchas de sus tradiciones y, en este caso particular, a lo que se puede consumir o no en Semana Santa.