El panorama de la agricultura esbozado por OCDE-FAO para el período 2021-2030 para Paraguay consigna que la producción de trigo alcanzará 1.235.970 toneladas en 2030, cantidad que será el resultado de un crecimiento constante durante el período citado.
Sin embargo, la producción de referencia solo supondrá el 91% del punto máximo alcanzado en 2019, cuando se llegó a las 1.302.870 toneladas del cereal. El decrecimiento comenzó en 2020 con una cosecha de 1.250.000 toneladas y empezará a revertirse, según las proyecciones, en 2024, con ora pequeña caída al año siguiente y nueva recuperación a partir de 2026.
En cuanto al maíz, el análisis prevé llegar en 2030 a 7.700.850 toneladas, un incremento del 28% con respecto a 2020, cuando la producción alcanzó 6.009.630 toneladas. Y la soja se espera que al final del período estudiado alcance una cosecha de 12.103.780 toneladas, lo que implicará una suba del 4,3% si se compara con 2019, cuando se produjo 10.550.000 toneladas.
Cuidado con las proyecciones
“Las proyecciones de largo plazo tienen que ser permanentemente revisadas, hay que verificarlas constantemente. En cuestión de crecimientos estadísticos lo que se hace es ir viendo cómo ha sido el movimiento en los últimos años”, advirtió Hugo Pastore, director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
No obstante, el productor afirmó que es razonable pensar que la producción de los rubros mencionados sí se va a ir incrementando paulatinamente. “Lo que sí podemos decir es que en Paraguay las áreas que se dedican a la agricultura mecanizada, en la región Oriental, puede seguir creciendo por el cambio del uso de pastura hacia áreas agrícolas; en el Chaco también está avanzando, aunque muy lentamente todavía”, añadió
Lo que no se puede analizar a muy largo plazo es la variable precio, porque pueden ocurrir quiebres de producción en determinados lugares, cambios en el comportamiento de la demanda que hacen que las tarifas suban. Pero con un ajuste constante de los números, las cifras de crecimiento proyectadas por la OCDE-FAO pueden considerarse confiables.