La especialista en psicología laboral, Mercedes Argaña, nos comentó que las empresas saludables son aquellas que incorporan el cuidado de la salud y la seguridad laboral como una cuestión transversal a todos sus procesos de gestión.
“Atienden las tres “P”: protección y prevención de riesgos laborales y promoción de la salud laboral. Buscan una integración sostenible entre calidad de vida laboral, productividad y eficiencia organizacional”, sostuvo.
Luego explicó que no se concentran solo en cuidar del ambiente laboral interno, sino que tienen una relación respetuosa con los grupos de interés y la comunidad en la que están instaladas. “Por lo tanto, son organizaciones con responsabilidad social”, añadió.
Pasos
En cuanto a su importancia, refirió que son 3 las razones para apostar por este sistema. Estas son crear ambientes laborales que no hagan daño a la salud física o mental, a la seguridad y al bienestar de los trabajadores.
Luego, impulsar iniciativas que promuevan un espacio de trabajo colaborativo, ideal para aumentar la productividad de los funcionarios.
“La tercera razón es una obligación legal. Actuar conforme a la ley, evitar multas o encarcelamiento para los inversionistas, directores y a veces hasta trabajadores por incumplimiento de la ley, es otra razón para poner atención a la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores”, acotó.
En definitiva, la salud y el bienestar de los trabajadores no sólo constituyen fines nobles en sí mismos, sino que además son esenciales para la productividad, la competitividad y la sostenibilidad de las empresas, según Argaña.
Beneficios
Algunos beneficios para los trabajadores son mejores indicadores de salud y seguridad, disminución importante de accidentes y lesiones, reducción de estrés laboral, reducción de presión arterial y de riesgos por fatiga laboral, aumento de la satisfacción laboral, entre otros.
A su vez, como principales beneficios para las empresas se menciona el incremento en el compromiso de los trabajadores y el aumento del reconocimiento externo en términos de buena reputación como buen lugar para trabajar. Además están otros factores como reducción de la rotación, aumento de la moral, el compromiso y el dinero ahorrado como resultado de la reducción de riesgos de salud, entre otros.
Según Workplace Wellness Alliance (organización no gubernamental que nuclea a las grandes empresas) , el promedio de retorno de inversión (ROI) es de USD 3,37 por cada dólar gastado en programas de bienestar en las empresas.
Implementación
Este modelo de gestión es aplicable a cualquier tipo de empresa, tanto en las pequeñas, medianas o grandes.
“Si los principios del cuidado de la salud y la seguridad en el trabajo se articulan de manera adecuada con los procesos principales de la empresa, el costo adicional es mínimo. Es decir, si ya se compran insumos previendo comprar sólo aquellos que no contaminen o impliquen riesgo para la salud; cuando se compran muebles, si ya se adquieren los mismos cuidando su calidad ergonómica; si cuando se hace la instalación eléctrica se tiene en cuenta la luminosidad óptima requerida; si cuando se construyen instalaciones de la empresa ya se toman en cuenta criterios de salud ambiental; si cuando se compran maquinarias para las fábricas ya se tienen los valores óptimos de ruido, vibración, los costos adicionales serán mínimos”, señaló sobre el costo de implementación de un sistema de buenas prácticas.
¿Dónde me pueden asesorar sobre este tema?
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social promueve el desarrollo de centros laborales saludables y cuenta con guías básicas para orientar. Además, las empresas interesadas pueden recurrir a especialistas que orientan en metodologías para implementar un modelo global para la identificación, planificación, ejecución y evaluación de las actividades esenciales para la protección y promoción de la salud.
“Nuestra organización, Vitalitas, Promoción de Organizaciones y Personas Saludable, asesora y asiste técnicamente a las empresas que quieran implementar un sistema de gestión de la salud y la seguridad en el trabajo. Llevamos a cabo actividades de evaluación y diagnóstico de riesgos laborales y en función a los resultados, asistimos técnicamente en la planificación, gestión, implementación y medición de los programas que se llevan a cabo”, concluyó Argaña.