Según Perasso, estas variaciones son generadas por factores externos al país y se ven prácticamente en todo el mundo. Asimismo, el titular del CIME señaló que durante el 2021 se vio un crecimiento del sector, principalmente por la toma de mercados regionales que en otro momento estaban en manos de productos importados.
"No obstante, ahora tenemos una desaceleración repentina de la economía que está afectando gravemente a la industria metalúrgica. La demanda está estancada y en algunos casos en baja", complementó. Por lo descrito anteriormente, Perasso calificó que el escenario es complicado y se deben aplicar medidas para proteger los mercados que hoy están en manos de la industria nacional.
Perasso subrayó que las medidas de protección permitirán que la industria local mantenga los niveles actuales de producción y empleo, de tal forma que el último coletazo de la pandemia afecte de la menor manera posible a la economía nacional y a la población. "En general existe una demanda de todos los artículos metalúrgicos, aunque repito, se está notando un estancamiento de la demanda", reiteró.
Respecto al costo del combustible a nivel global, el directivo puntualizó que afecta directamente al sector porque el costo de las materias primas metalúrgicas es muy dependiente del costo del flete marítimo, y este último depende del costo del petróleo. Por otro lado, Perasso manifestó que las variaciones del precio del combustible en el mercado local afectan a los costos operativos de las empresas metalúrgicas, aunque afortunadamente ya no en los costos de producción, teniendo en cuenta que ya no se utiliza esa fuente de energía para la transformación del acero.
Hay que tener en cuenta que la industria metalúrgica paraguaya tiene como principal foco el mercado interno y principalmente se concentra en la fabricación de varillas, alambres, estructuras metálicas como techos para grandes y pequeñas superficies, herrerías, montaje industrial, insumos para soldadura y en artículos para el mantenimiento naval.