La historia de Kiki y Toti comenzó durante la pandemia como un proyecto impulsado por Paula, la hija mayor de la pareja. Desde los primeros bolsos personalizados vendidos en línea, la empresa creció hasta convertirse en una tienda que ofrece soluciones adaptadas para cada ocasión. Su nombre, inspirado en los apodos de sus hijas, Paula (Kiki) y Helena (Toti), representa el espíritu familiar que guía este negocio.
El enfoque de la tienda va más allá de los obsequios tradicionales, ya que ofrece desde canastas navideñas, ideales para empresas o particulares, hasta detalles para eventos como bautismos, primeras comuniones, el Día de la Madre o del Maestro. Cada creación está cuidada al detalle: tarjetas personalizadas, moños diseñados a medida y artículos que se adaptan a las necesidades del cliente.
Ana destacó las populares canastas navideñas. Estas incluyen opciones variadas, como bolsos de lienzo o de arpillera, que pueden personalizarse con logos empresariales. La más pequeña, por ejemplo, incluye un pan dulce, un turrón y una tarjeta, mientras que la versión premium incorpora sidra, frutas en lata y otros productos.
Además, la empresa diversifica su oferta con soluciones prácticas para negocios, como etiquetas para productos de importación y exportación, códigos de barras y diseño digital.
Desde su lanzamiento formal hace un año, Kiki y Toti expandió sus operaciones gracias al apoyo de su comunidad y al enfoque en la calidad. “Gracias a Dios, nos está yendo súper bien”, comentó Ana, quien mencionó que los pedidos pueden hacerse desde cinco unidades en adelante y que los envíos cubren todo el país.
El negocio opera principalmente a través de redes sociales como Instagram y Facebook, plataformas indispensables para conectase con sus clientes y mostrar su catálogo. “La personalización es nuestra esencia. Queremos que cada cliente sienta que su regalo cuenta una historia”, enfatizó la propietaria.
A futuro, la emprendedora mencionó que, planea seguir innovando en sus productos y servicios, manteniendo su esencia creativa y cercana. Ana resaltó que el éxito del negocio no sería posible sin la participación activa de su familia y la confianza de sus clientes.