¿Cómo ve la participación de las mujeres en las distintas esferas de la sociedad y de la actividad económica?
Sin duda hay en la actualidad una mayor incursión de la mujer con respecto a lo que yo viví 13 años atrás cuando me iniciaba en el mundo industrial y gremial. Las mujeres estamos entendiendo que nuestras habilidades no son sólo beneficiosas para la familia, sino también para hacer negocios propios o contribuir con algún otro.
En el ámbito laboral, ¿cuáles considera que son los principales desafíos que deben superar las mujeres?
Muchas veces pensamos que el hecho de haber estado fuera del circuito laboral es una desventaja. Y me ha pasado que me sentía con menos autoridad a la hora de exponer mis ideas. Cuesta dar vuelta ese pensamiento y lo charlamos con amigas que han salido por maternidad o que han relegado su carrera profesional para criar a los hijos. Por otro lado, la falta de empatía de colegas masculinos lastima la autoestima. Son batallas diarias que debemos sortear.
¿Cuáles son las mujeres que la inspiran y por qué?
Me inspiran las mujeres que conozco a diario y se atreven, como yo lo hice, a meter el pie donde les apasiona. En mi cabeza tengo constantemente como ejemplo a mi madre, que nunca dudó, aún sin estudios, a emprender su propio negocio y a empujar a otras mujeres de su comunidad para salir adelante con valentía y dignidad.
¿Qué considera que aporta el liderazgo femenino a las organizaciones?
Estudios demuestran que empresas donde hay mujeres en cargos de liderazgo han tenido al menos un 15% de superávit. Somos administradoras natas de personas, recursos y valores. No es en vano que las multinacionales y oenegés consideran constantemente el incremento de mujeres en su directorio, obviamente sin dejar de lado que son personas acordes para la posición.
¿Qué consejo le daría a una mujer que está incursionando en los negocios?
La formación, la información. La preparación es fundamental para todo. Hoy en día la competencia es de igual a igual, sin importar el género, y debemos estar preparadas para el sector que nos incumba. Como dice el dicho: La oportunidad es una diosa arrogante que no pierde el tiempo con los que no están preparados.
¿Alguna vez se sintió afectada por la brecha de género en el ámbito laboral o económico? ¿Qué reflexión tiene al respecto ahora?
Muchas veces en mis inicios sentí la falta de empatía y la diferencia entre mi opinión y la de colegas hombres que eran mejor consideradas, aun sin que ellos supieran más que yo. Pero para retrucar cada desplante hice sacrificios personales y laborales a fin de formarme más y dar lo mejor de mí en cada proyecto.
No debemos ceder espacios. A veces nos achicamos pensando que otra persona sabe más que nosotras cuando en realidad nosotras somos expertas. Hay que prepararse y estar siempre atentas para inmiscuirnos tanto en las pequeñas cosas como en las desafiantes.