Julio Fernández, jefe senior del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), destacó que el sector azucarero es un pilar fundamental para la economía paraguaya, no solo por su aporte al PIB, sino también por su capacidad de generar empleo y divisas a través de las exportaciones.
Uno de los aspectos más destacados del último año fue el cambio en la composición de la producción. Mientras que en 2022 el azúcar blanca representaba el 66% del total, en 2023 la tendencia se revirtió, con el azúcar orgánica alcanzando el 52% de la producción. Este giro responde a la creciente demanda internacional, ya que casi la totalidad de las exportaciones de azúcar paraguaya corresponden a la variedad orgánica.
Estados Unidos se consolida como el principal destino, con una participación del 67% del total exportado, seguido por países europeos como Suiza y Alemania. "El azúcar orgánica paraguaya es altamente valorada en los mercados internacionales por su calidad y sostenibilidad, lo que nos permite competir con éxito en el exterior", afirmó Fernández.
Aunque Paraguay importa azúcar para destinar a la industria bioquímica y farmacéutica, el volumen importado es mínimo en comparación con la producción local. Según los datos, en 29 años el país importó lo que produce en un solo año, lo que subraya la autosuficiencia del sector.
En el ámbito laboral, la industria cañera emplea directamente a 50.000 personas, incluyendo a 20.500 productores agrícolas, 6.400 obreros industriales y 23.100 empleos indirectos en servicios y logística. En 2023, el sector pagó US$ 40 millones en sueldos y salarios, un aumento significativo respecto a los US$ 35 millones del año anterior. Además, las contribuciones sociales ascendieron a US$ 6 millones en 2022, evidenciando el compromiso del sector con el bienestar de sus trabajadores.
En términos fiscales, la industria azucarera y alcoholera aporta en promedio US$ 17 millones anuales en impuestos directos, lo que representa alrededor del 0,5% de las recaudaciones tributarias del país.
Otro dato relevante es que, en 2023, solo el 63% del alcohol producido se destinó al mercado local, lo que indica que las exportaciones absorben una gran proporción de la producción total. Este dinamismo permitió a Paraguay posicionarse como el décimo séptimo mayor exportador de azúcar a nivel mundial, con una participación del 1% en las exportaciones globales.
En palabras de Julio Fernández, el sector azucarero no solo es clave para la economía, sino también un ejemplo de cómo la industria paraguaya puede adaptarse a las demandas globales y generar valor agregado. “El futuro del sector es prometedor, siempre y cuando se mantengan políticas que fomenten la inversión y la innovación", finalizó.