Jamie Oliver nació y se crio prácticamente en la cocina. Su familia tenía un pub llamado The Cricketers, en Clavering, Essex, en donde trabajó desde que tenía tan solo siete años. El mismo chef siempre cuenta que a los once años ya cortaba y picaba como un verdadero profesional. Sus compañeros de la escuela pensaban que la cocina era cosa de niñas, pero a él nunca me importó, sobre todo porque con lo que ganaba trabajando el fin de semana podía comprarse lo que quería.
Su empresa tiene un éxito rotundo a nivel internacional y está muy bien asesorada por personajes como el magnate Sir Richard Branson y el diseñador Paul Smith. Sólo en Gran Bretaña regenta 45 y en el extranjero otros 22, algunos bajo el nombre de Jamies’s Italian. No posee ni una sola estrella Michelin; sus objetivos son otros. Entre ellos, acercar la comida a la gente, batallar por una comida sana y rica en los comedores escolares y ayudar a la formación de jóvenes en una situación precaria, como hace en su restaurante Fifteen.
Saltó a la fama con su primera serie de TV "The Naked Chef", seguido por "The Return of the Naked Chef" y "Happy Days with the Naked Chef". En su serie televisiva "Jamie’s School Dinners", intentó mejorar las comidas servidas en los colegios de Gran Bretaña. Su programa "Jamie at Home" se trata de cómo cultivar y cocinar ingredientes.
Es dueño de un imperio gastronómico que incluye, además de sus restaurantes, una escuela de cocina, un servicio de catering, una marca de utensilios de cocina, de fragancias de hogar, de hornos de leña, una batería de apps para móviles y hasta un videojuego.
Como activista, el influyente cocinero hasta le ganó un juicio a McDonald's al demostrar que la compañía lava partes de la res, que no son aptas para el consumo humano, con un agente antimicrobiano, llamado hidróxido de amonio, para poder utilizarlas como materia prima para fabricar sus hamburguesas.
Casado y padre de cinco hijos, tres nenas y dos nenes (todos con peculiares nombres), otro de sus caballos de batalla es la alimentación en casa, causa por la que lucha a través del programa Ministry of Food, que impulsa su propia fundación. Su objetivo es el de erradicar los malos hábitos de comida. Reclama una vuelta a la cocina tradicional, elaborada a fuego lento y con alimentos frescos, de productores locales.
Sin duda, este chef se ha ganado mucho mérito por ser un hombre con talento y cuya pasión por la cocina, el respeto por el producto fresco y el interés por la nutrición, le han convertido en el cocinero más mediático e internacional del Reino Unido.