“Llegué el 12 de marzo del 2014, exactamente un mes antes de que mi segundo bebé naciera. Empecé trabajando en un café a cuatro cuadras de mi casa y sobre la misma cuadra del jardín de infantes a donde le inscribimos a mi nena (acá empiezan al primer año cumplido). Todo planeado; como viviendo en un pueblo pequeño con la ventaja de estar en una ciudad grande. Trabajar en el café me ayudó a aprender a hablar alemán más rápido y a construir un excelente red de compañeros y clientes”, así comienza Rodrigo, contándonos su historia.
Rodrigo es un gran emprendedor, empezó en el rubro de la gastronomía en el 2007 en Brooklyn, Estados Unidos, donde tuvo una cafetería al estilo paraguayo llamada Tipicobk. También tuvo Beco Bar en 2009, en la misma zona; y El Poniente, en Asunción que se inauguró en el 2013. “Mi carrera en la gastronomía empezó en el 2002 cuando recién llegado a New York decidí trabajar en algo que tenga que ver con relaciones públicas, placer y mucho compromiso. De ahí no paré, creo que sigo creciendo y aprendiendo. Siempre queriendo revivir mis mejores momentos de infancia atendiendo la despensa de mi abuela”, relata Franco.
Nostalgia y vanguardia en un solo lugar
La Despensa es un negocio familiar. Rodrigo trabaja junto a su esposa, Anne Mieth, desde mayo del 2005. “Hasta ahora somos siete personas trabajando directa e indirectamente, desde doblando empanadas hasta organizando eventos”, explica.
Sus clientes se dividen así: los latinos, los que hablan inglés y los alemanes. Rodrigo nos contó que los platos paraguayos son atractivos para muchas personas. “La comida paraguaya siempre deleita a todos, ya que como toda comida latinoamericana es un resultado de una fusión de 500 años”, afirma.
“Una vez encontré como cliente a una persona que había conocido hace 25 años en Paraguay y parecía que nos habíamos visto el día anterior cuando nos dimos cuenta quienes éramos. En este lugar englobamos nostalgia y vanguardia, tanto, que uno pierde la noción del año en que está. Eso es lo lindo de jugar con la ambientación, desde la decoración, pasando por la comida hasta la música”, describe el joven visionario.
¿Qué se puede encontrar en La Despensa?
“Nos destacamos por las empanadas (4 con carnes y 4 vegetarianas), aunque nos caracteriza el hecho de jugar con conceptos latinoamericanos autóctonos y nuevos con un twist de cocina europea (siempre sencilla en presentación y compleja en gusto). Dependiendo del catering nos adaptamos a pedidos más especiales y complejos o trabajados”, indica el propietario.
En La Despensa se puede encontrar productos latinos en general, una gran variedad de Yerba Mate, productos de primera necesidad con carácter latino y otros productos locales que se destacan combinados con los importados.
Por supuesto, en este local no falta el cocido, la chipa y el chipa guazú. “Los platos más solicitados son Bife Koygua (los fines de semana), Moqueca, Strogonoff de pollo, Pernil con arroz y frijoles, los platos de brunch, que hacemos los sábados, entre los que se destacan: Benedicts, Huevos Rancheros, entre otros”, expresó el joven paraguayo. También preparan mate cocido, que puede ser caliente y frío (servido en manija) toda una novedad. Y además, por si fuera poco, la embotellan artesanalmente para vender en Berlín.
Sobre la vida en Alemania
“La vida acá es muy justa. El frío hace que esperes con ansias el calor y los días largos, te enseña también a prepararte y preparar a tiempo las cosas. La seguridad (social con más razón) hace que no gastes energía innecesaria en prever cosas que ni deberían ocurrir; te da tiempo de planear mejor proyectos y llevarlos a cabo con puntualidad”, finaliza el compatriota, que con su negocio hace posible que muchas personas puedan sentir un pedacito de su historia en tierras lejanas.