Detrás de esta tecnología hay años de trabajo sobre lo que se conocía como Project Starline, una idea que parecía lejana pero que ahora toma forma con un sistema de cámaras que graban desde varios ángulos y un modelo de inteligencia artificial que une todo en tiempo real, Beam ofrece una experiencia inmersiva que llama la atención, sobre todo, en el mundo corporativo.
Para los negocios, la posibilidad de tener reuniones realistas sin necesidad de viajar puede significar ahorro de tiempo, menos traslados y una forma más eficiente de mantener la conexión entre equipos de distintos países. Y no solo eso, Beam también integra traducción automática en tiempo real, permitiendo que personas que no comparten el mismo idioma puedan conversar con naturalidad. Por ahora, está disponible en inglés y español, pero se sumarán más idiomas pronto.
HP se suma al proyecto con el desarrollo del hardware necesario para que Beam funcione fuera del laboratorio, y ya se habla de asociaciones con empresas como Zoom para llevar esta tecnología a más usuarios. Algunas compañías globales como Deloitte y Salesforce ya comenzaron a explorar cómo implementar este sistema en sus oficinas.
Aunque por ahora Beam no llegará todo el público, su primer paso será en entornos corporativos donde las reuniones a distancia son cosa de todos los días. En esos espacios donde un gesto, una pausa o una mirada pueden definir una decisión importante, la presencia virtual podría dejar de ser una limitación.
Con esta apuesta nueva, Google no busca reemplazar los viajes de negocios, pero sí ofrecer una alternativa que podría cambiar la forma de hacerlos, sería una nueva forma de estar presente, sin necesidad de moverse del lugar.